Como viene siendo ya habitual al finalizar el mes de octubre, es necesario retrasar una hora las manecillas de nuestros relojes para así poder ahorrar energía durante los meses de otoño/invierno. Esto sucede en todos los países integrantes de la Unión Europea, con vocación de permanencia indefinida, tal y como se recoge en la Directiva 2000/84/CE, y recogida en el ordenamiento jurídico español a través del Real Decreto 236/2002.
Según los cálculos realizados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro energético durante los meses de octubre a marzo puede llegar al 5%, lo que traducido en términos económicos equivale a 300 millones de euros.
Sobre la idoneidad de la medida, algunos están a favor y otros en contra, por lo que puede suponer al principio para el cuerpo humano en cuanto a adaptación del reloj biológico. En cualquier caso, es preciso que nos adaptemos cuanto antes todos.
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