Los cambios acaecidos los últimos años han derivado en un concepto del que todas las organizaciones hablan, la transformación digital. El impacto de las nuevas tecnologías, los cambios en los modelos de negocio y la modificación del sistema cultural plantean desafíos, pero también beneficios que afectan a la estrategia, a los recursos y a los procesos operacionales y logísticos de las organizaciones.
Diferentes estudios, en los últimos años, analizan la progresión en la transformación digital de diferentes países, entre ellos, cabe destacar el de la Consultora Roland Berger, España 4.0 el reto de la Transformación Digital, donde se indica que España todavía tiene mucho camino que recorrer, dado que se encuentra por debajo de la media europea en cuanto al avance de la digitalización de las empresas españolas.
Entre las barreras que se citan en el estudio, se encuentran:
- La resistencia al cambio.
- Los costes de transformación.
- La falta de competencias digitales.
- Los riesgos de seguridad.
- La incertidumbre jurídica.
Es por tanto necesario una toma de conciencia colectiva, una adaptación de las cadenas de valor, un mayor conocimiento del consumidor digital y una conexión integral de las distintas áreas de una organización.
Proceso de transformación digital
La transformación digital pasa por conectar procesos y momentos, los cuales deben adaptarse a la nueva era.
El proceso de redefinición organizacional está pues imbricado en la transformación digital y afecta tanto a la cultura como a la operativa y a todos los entornos productivos de las organizaciones.
No es sólo tecnología, dado que es un elemento transformador del negocio como herramienta, es una estrategia de negocio donde las personas deben entender las palancas que permiten que el proceso se culmine con éxito.
En este nuevo ecosistema digital, las personas y los recursos tecnológicos juegan un papel preponderante para el éxito de las organizaciones presentes y del mañana.
En este contexto, es clave identificar que transformar, qué hacer para conseguirlo y cómo organizarse para no morir en el intento, donde los datos son claves, proporcionando información, pero estos mismos deben propiciar tomar medidas y se hace imprescindible lideres que impulsen el cambio, lo que lleva aparejado la actualización y formación continua de los trabajadores y directivos.
Tanto los directivos como todo el personal de una organización deben tomar conciencia de la transformación digital y entender que ésta es irreversible.
Cómo las organizaciones se enfrentan a la transformación digital
La clave, por tanto, consiste en tomar el pulso al mercado y para ello se tiene que tener visión. A este respecto, El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI, por su sigla en inglés) contempla cinco indicadores que miden la digitalización de la sociedad y la economía:
- Conectividad.
- Capital Humano.
- Uso de Internet.
- Integración de la tecnología digital.
- Servicios públicos digitales.
Las Organizaciones buscan conectar con una nueva generación apoyándose en la transformación digital a través de un profundo cambio en los sistemas de información y reestructurando el modelo de negocio, partiendo del impacto que esta tiene, donde la accesibilidad de la banda ancha fija, el open source, la expansión de los contenidos, el desarrollo del Big Data son facilitadores del cambio que deben estar asentados sobre unos diferenciadores claros como son la eficiencia, la mejora de los procesos de operaciones y logística así como la continua formación de las personas que operan en ella.
La innovación proactiva es una de las mejores formas de enfrentarse a un mundo en continua evolución, donde las palancas del cambio están ayudando a organizaciones como BBVA, Sanitas, el Museo del Prado a ser más eficaces, a mejorar la rentabilidad de sus inversiones a satisfacer las necesidades de su público y a desarrollar nuevas aplicaciones, servicios y usos de la información compartida, permitiéndoles mejorar la eficiencia de sus organizaciones.
No olvidemos que la transformación digital, necesita de la transformación de la cultura organizacional, donde la tecnología tiene un papel muy importante, pero son las personas con mentalidad de procesos ágiles las que permiten que sea una realidad.
Christina Aguado, profesora del Máster Universitario Dirección de Empresas de Cela Open Institute.
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