El estrés es responsables de muchas de nuestras actuaciones diarias. Nuestras prisas, nuestros errores, nuestro malestar …..tienen un denominador común el estrés.
Pero no siempre el tener cierto grado de estrés es perjudicial para la persona, en algunos casos nos beneficia, es en estos casos cuando hablamos de estrés positivo o eustrés.
Se experimenta el estrés positivo o eustrés cuando la percepción de capacidad de demanda es mucho más amplia que las verdaderas demandas. Aunque la balanza se encuentre inclinada, esta inclinación es muy positiva. En este sentido, se puede considerar como una extensión de la zona normal dentro de la balanza del estrés.
En esta ocasión, el estrés da lugar a una sensación de confianza, de control y de ser capaz de abordar y llevar a un buen término tareas, retos y demandas concretas. Este tipo de estrés es el que produce el estado de alerta que es esencial para obtener un rendimiento físico y mental que nos permita ser productivos y creativos. Es muy útil en nuestra vida, pues va ligado al instinto de supervivencia, al deseo de trabajar, al espíritu de lucha, etc.
Representa aquel estrés donde el individuo interacciona con su estresor pero mantiene su mente abierta y creativa. En este estado de estrés, el trabajador deriva placer, alegría, bienestar, equilibrio y experiencias agradables. De hecho, según algunos autores, la persona con estrés positivo se caracteriza por ser creativo y motivado, es lo que lo mantiene viviendo y trabajando. El individuo expresa y manifiesta sus talentos especiales y su imaginación e iniciativa en forma única/original. Se enfrentan y resuelven problemas.
Los estresantes positivos pueden ser una gran alegría, el éxito profesional, el éxito en un examen, la satisfacción sentimental, la satisfacción de un trabajo agradable, una reunión de amigos, muestras de simpatía o de admiración, una buena noticia, etc.
En resumen, el eustrés es un estado de gran importancia para la salud del ser humano, que provoca una diversidad de beneficios y efectos positivos, tales como el mejoramiento del nivel de conocimiento, ejecuciones cognoscitivas y de comportamiento superiores. Es un estrés que debe ser buscado con avidez y utilizado como auxiliador para el crecimiento personal y profesional. Por lo tanto, es indispensable para nuestro funcionamiento y desarrollo. No es posible concebir la vida sin estímulos externos; la ausencia del estrés positivo es la muerte. Hans Selye señala que “la completa libertad del estrés es la muerte”.
Los signos de estrés positivo muestran cómo nos sentimos en el momento en el que estamos disfrutando de los aspectos positivos del estrés.
Una persona con un cierto grado de estrés positivo tendrá las siguientes características:
- Tranquila, controlada y confiable
- Productiva y siempre sonriente
- Eufórica, estimulada y divertida
- Creativa, eficiente, racional y decidida
- Amable, comprensiva, sociable y feliz