Employer Branding: qué es, propósito y objetivos

Nos invaden los palabros en inglés y muchas veces los rechazamos simplemente por ese motivo. Buscamos lo que significa en nuestro idioma y reivindicamos esa alternativa. Employer Branding es Marca Empleadora y en Recursos Humanos está cogiendo peso en esto, no tanto por la controversia del inglés, sino por la vuelta de tuerca que el área de personas llevaba tiempo necesitando.

¿Employer qué?

Hablar de conceptos nuevos en áreas que no tiene mucho que ver, genera en ocasiones duda, más aún cuando la palabra es en inglés. El Employer Branding lleva ya unos años por aquí, pero es cierto que los últimos es cuando aquí está empezando a ser algo más conocido. Literalmente es Marca Empleadora, pero voy a trasladar por qué es algo tan necesario en estos días.

Se trata de la imagen que tiene una organización como marca empleadora, es decir lo atractiva que es una empresa para los candidatos y para sus propios empleados.

Si Marketing ha puesto su mirada en la mejora de la experiencia de sus potenciales clientes, el Employer Branding pretende decirle a Recursos Humanos, que se tiene que poner las pilas. El área de gestión de personas ha sido eso, de gestión. Y aunque pudiéramos nacer paralelos, Marketing ha soplado más velas que RRHH, por lo que ahora ya no piensa en cómo ganar clientes, sino en cómo mejorar sus experiencias y crear vínculos.

En RRHH se nos pasó esa casilla y hemos tenido que aprender a pasar del “no hay talento” al “cómo conectar con las personas que realmente necesitamos”. En medio existía el “hay talento y quiero que venga”, pero ni con esas.

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Conectar, esa es la cuestión

El propósito del Employer Branding es conectar a las personas con la cultura de la organización. Porque lo que en realidad pretende es utilizar las herramientas que Marketing utiliza hacia el exterior, en el interior de la empresa. ¿Cómo? La idea es autoconocerse bien como organización, conectar con las personas que hay y reconocer el talento que existe fuera para tratar de atraerlo. Generar un equipo orgulloso y satisfecho de pertenecer a esa compañía.

¿Qué buscamos con el Employer Branding? Que nos ayuden esas estrategias a ser más auténticos, más coherentes, más de verdad. La idea es entender la misión de nuestra organización, porque debemos apoyar a las personas en la estrategia para lograr nuestros objetivos. Pero estrategia no vale sin experiencia de las personas que pretendemos que remen en nuestro barco.

Diseñando experiencias

Si RRHH ha hecho gestión, el Employer Branding es diseño de experiencias. De ahí la importancia de entender este salto. Pensar en la persona de verdad, significa implicarse. Significa que vamos a escuchar y vamos a dejar de ver la sartén con un solo mango. Esto va de relaciones, esto de va de conectar. Así que no podemos hacerlo sin dos cosas, conocernos primero como organización y conocer a los empleados.

Sentimos las cosas cuando las experimentamos y nos quedamos con aquello que nos ha hecho sentir. Lo cierto es que puede ser bueno o malo, así que es importante ser consciente de esto, porque si no lo somos, el recuerdo de la experiencia puede ser terrible, de manera que la persona sí sienta, pero algo completamente distinto de lo que nos hubiera gustado.

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Para saber si conectamos, definimos un plan de Employer Branding, que es lo que nos va a ayudar a asociar nuestra misión, es decir nuestro verdadero propósito con la relación que queremos tener con las personas que forman parte de la organización. No hacerlo nos llevará a ser una organización a la deriva.

Objetivos del Employer Branding

Una estrategia de Employer Branding se elabora con el doble objetivo de conectar a la plantilla y de atraer al talento que necesitamos en la empresa. Se dice que hay guerra de talento, pero en realidad lo que tenemos que temer, no es que haya una guerra, es que no seamos suficientemente honestos y coherentes como para atraer a los candidatos que queremos y luego faltar a la verdad.

Lo que buscamos es cohesionar al equipo con nuestro ADN, con nuestra cultura. Después entender quién es nuestro candidate persona y entender cuáles son sus motivaciones, sus intereses, su organización ideal, y ver si encajamos. A partir de ahí debemos saber dónde está, en qué canales lo vamos a encontrar, identificar las redes sociales donde debemos enfocar nuestras ofertas de trabajo.

Nuestras ofertas han de cambiar, porque con nuestro Employer Branding debemos ser nosotros, huir de las obsoletas formas de atraer talento y de seleccionar personal. Juega con los procesos, a través de la gamificación. Trata de que las vivencias que tengan en cada momento en el que se crucen con la organización tenga ese efecto WOW que haga que una vez dentro, genere un embajador de marca.

No hay Employer Branding sin que el equipo humano esté en el centro, tanto en la estrategia, como en la definición, como en todo el viaje. La imagen no es algo que pasa rápido y fugar, es una imagen que aparece tras la experiencia. Busca que ésta sea de verdad, honesta y transparente, porque eso que puede atraer mucho, puede apagarse en un segundo, si al incorporarse, esa persona descubre que lo que parecía brilli brilli del bueno, es en realidad, brilli brilli.

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

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