El Barómetro del Mercado de Trabajo del Instituto para las Relaciones Laborales y Empleo (IRLE) de la Fundación Sagardoy, “La situación del desempleo en España (2011)”, apunta que la mayor parte de los parados (un 55%) se encuentran entre los 25 y los 45 años.
El análisis del desempleo por edad y sexo muestra con claridad que la máxima tasa de paro la sufren las mujeres de 17 años, ya que supera el 70%. Lo más preocupante del desempleo juvenil es las escasas posibilidades de futuro de muchos de sus integrantes: un 38% de los parados sin experiencia laboral previa entre 20 y 24 años y un 29% hasta los 30 años carecen de estudios de bachillerato o formación profesional.
Por otra parte, en relación a diferencias de paro por sexos, la crisis ha reducido notablemente la brecha existente: si en 2007 la tasa de paro femenina era 1,7 veces la masculina, hoy es prácticamente similar (22,1% en mujeres, 21% en hombres).
En cuanto a la caída de puestos de trabajo por actividades económicas, el barómetro muestra como el peso de la destrucción de empleo se centra en la construcción, que ha perdido 1,3 millones de puestos de trabajo, y la industria manufacturera (755.000), hasta el punto que sin la evolución negativa de estas ramas de actividad no se habría destruido empleo neto en la crisis económica actual. Las actividades que más ocupación han creado son las vinculadas en gran medida al sector público: Administración Pública, Defensa, Sanidad y servicios sociales… Dentro del sector de la construcción, es la actividad de construcción de edificios la que más puestos de trabajo ha perdido, tanto en términos relativos como absolutos, y muestra una tendencia negativa en la actualidad, con variaciones interanuales en el empleo del -26%.
La tasa de paro de los extranjeros se ha elevado significativamente. Existen en la actualidad 3,5 millones de activos de nacionalidad extranjera, lo que supone un 5,3% menos que en el primer trimestre de 2009, máximo histórico de esta variable. En el último trimestre de 2011, la tasa de paro de los nacionales es 13,3 puntos menor que la de los extranjeros. Los trabajadores extranjeros han padecido en mayor medida el incremento del desempleo en el sector de la construcción, teniendo un mejor comportamiento en sectores como el comercio, reparación de vehículos y hostelería.
Según apunta el estudio, las tasas de paro por niveles formativos permiten confirmar que existe una estrecha relación entre la empleabilidad y la cualificación. Las tasas de paro superiores al 30% y próximas al 20% son de personas que solo cuentan con primaria y con estudios de las distintas etapas de secundaria, respectivamente. Quienes han cursado especialización específica (Formación Profesional de grado superior y/o estudios universitarios iniciales) apenas tienen un desempleo que roza el 5%. Además, los trabajadores más cualificados son los que durante el desempleo más se forman, y en los niveles más bajos de cualificación donde mayor incidencia tiene el desempleo de larga duración. En todo caso, la mayoría de los desempleados (un 54%) tiene estudios intermedios: educación secundaria, bachillerato o títulos de Formación Profesional de grado medio.
Fuente: Fundación Sagardoy, Diario Expansión.
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