¿Se puede seguir ganando del Forex o el mercado de divisas? Una respuesta complicada que seguramente ofrezca tantas respuestas como interesados en él y detractores.
Qué es el Forex o mercado de divisas
El mercado de divisas (o Forex en su término anglosajón) supone un mercado secundario mundial y descentralizado en el que se intercambian divisas.
Es decir, la idea no es comprar y vender activos financieros (acciones, obligaciones, futuros) ni activos reales (empresas o proyectos), sino que lo que se intercambia en ellos son monedas de diferentes países.
Nacimiento del mercado de divisas
El mercado nació con el objetivo de facilitar las transacciones entre los países, permitiendo de una manera más o menos sencilla el acceso de monedas de otras regiones con las que operar en ellos.
Pero pronto se convirtió en un mercado con personalidad plenamente especulativo a nivel internacional, ha dejado de ser una base para facilitar el intercambio de bienes reales para tramitar hasta 5 millones de dólares en divisas para el intercambio de activos financieros.
Se suele comentar que el mercado de divisas mueve actualmente en un día lo que Wall Street tardaría un mes en mover, y lo hace en base a los diferentes bancos centrales que llevan sus monedas a un precio de compra (“bid”) y a uno de venta (“ask”).
El precio de cada moneda en el mercado
Lo interesante del mercado es que al no estar centralizado, no existe un precio único para cada moneda, sino que depende de los diferentes agentes que operan en el mercado.
Casi un 45% de los movimientos los realizan miembros del sistema bancario, un 6% lo realizan intermediarios y el resto instituciones financieras de cobertura internacional (EBS, Reuters, Bloomberg), compañías comerciales e inversores particulares.
Los movimientos de los precios parten, como es lógico, de la oferta y la demanda de flujos reales pero al depender de diferentes países las circunstancias inherentes a los mismos también les afectan.
Así la inflación, el PIB, déficit, los tipos de interés, las situaciones políticas, modifican los anteriores precios.
Ganar dinero con el intercambio de divisas
En base a lo anterior, concluimos que el Forex no está para eso, tradicionalmente se podía comprar una determinada cantidad de divisas, gastarlas en la compra de otra y volver a la inicial ganando dinero.
Es decir, se podía utilizar ineficiencias del mercado donde los precios de las divisas no estaban equilibrados.
Así podríamos comprar en España 100 Dólares a 90 Euros y (por ejemplo) vender los Dólares en Japón por 95.000 Yenes, para volver a cambiar en España esa cifra por 95 Euros. Cambios rápidos que daban beneficios líquidos fugaces.
Por desgracia de este tipo de especuladores las ganancias por este tipo de acciones son nulas y sólo son factibles si actuamos rápido e invertimos decenas de miles de Euros para obtener beneficios (se opera con fracciones de centavo).
Por ello, debemos seguir pensando en el uso del mercado de divisas como su uso principal.
Como un sistema para comprar divisas con los que realizar transacciones de bienes futuras aprovechando (al igual que con las acciones) las buenas o malas situaciones de los países.
Manuel López Millán, tutor de las áreas de Finanzas y Administración de Empresas de IMF Business School
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