El proceso de internacionalización es muy atractivo para la mayor parte de las empresas pero éste no debe ser realizado sin hacer un análisis exhaustivo de la situación del país extranjero en el que nos queremos establecer y un importante análisis interno que nos dé pistas sobre las repercusiones legales y financieras que tendrá cada posibilidad para con nuestra empresa matriz. Ambas, sucursal y filial, poseen sus ventajas e inconvenientes. Veamos distintos rasgos que nos puedan facilitar la elección entre una y otra.
Dependencia de la matriz
Una sucursal internacional es una división administrativa de un empresario individual o de una sociedad en otro país por lo que no posee personalidad jurídica propia por lo que la dependencia de la matriz es total. Esta dependencia hace que la creación de una sucursal sea más sencilla que la de una filial. Una filial constituye compañía mercantil con personalidad jurídica propia e independiente aunque la empresa matriz posee la mayor parte de su capital por lo que ejerce control un gran control sobre ella mediante la fuerza de sus votos en las decisiones.
Riesgos
Aunque ambas realizan ciertas funciones de importación y distribución con mayor control y conocimiento por estar situadas en el propio mercado objetivo, una sucursal no asume riesgos al no poseer responsabilidad, gestión y organización propia. Todo lo contrario ocurre en las filiales que asume riesgos
Capital mínimo
Mientras que la filial necesita un capital mínimo para ser establecida según lo establezca la normativa de creación de sociedades, una sucursal no requiere dicho capital social mínimo ya que será la matriz la que decida voluntariamente el volumen de capital que aportará a ésta.
Tributación
La sucursal tributa por el Impuesto de Sociedades, o si no es pertinente, por el Impuesto sobre la Renta de no Residentes mientras las filiales pagan impuestos en el estado de residencia solo a través del Impuesto de Sociedades. Sin embargo, la filial debe además pagar en dicho estado de la filial un impuesto por retenciones respecto a los dividendos repartidos a los accionistas pero la sucursal generalmente no. Ambas constituciones deberán estar al tanto de los tratados internacionales sobre doble imposición para evitar ser gravados en dos países distintos.
Deducciones
La sucursal puede solo deducir gastos relativos a la dirección perfectamente justificados y contabilizados pero una empresa con sucursales lo que puede deducir son las pérdidas originadas en éstas. Sin embargo, por un lado las filiales pueden deducir bastantes más gastos relativos a patentes, cánones y otros intereses pagados a la matriz pero no pueden compensar sus pérdidas con la empresa matriz.
Contabilidad
Pese a no tener personalidad jurídica propia las sucursales deben llevar contabilidad propia que debe ser presentada en el registro mercantil como las filiales, que también prestan cuentas ante el registro mercantil.
Permanencia
Mientras que una filial se establece con carácter permanente, las sucursales suelen ser más provisionales. De hecho, en muchas ocasiones acaban siendo transformadas en filial si el volumen de negocio aumenta mucho y se pretende tanto una mayor cantidad de gastos deducibles (resultando una fiscalidad más favorable) como una separación legal entre la matriz y su establecimiento externo.
Jesús Rubio, tutor del Master en Comercio Internacional de EIPE Business School.
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