Qué es el Desarrollo Sostenible

La sostenibilidad es la meta del Desarrollo Sostenible: una búsqueda sin fin cuyo objeto es mejorar la calidad de vida y el entorno de las personas, así como prosperar sin destruir los sistemas de sustento de la vida de los que dependen las generaciones presentes y futuras. Al igual que otros conceptos importantes, como la equidad y la justicia, puede considerarse que la sostenibilidad es a la vez un destino y un recorrido.

El concepto de Desarrollo Sostenible (DS) se definió en el “Informe Brundtland” (1987) de UNESCO, como el “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”. El objetivo final del DS es mejorar la calidad de vida de todos los miembros de una comunidad y, de hecho, de todos los ciudadanos de un país y del mundo, a la vez que se vela por la integridad de los sistemas de sustentación de la vida de los que dependemos, humanos y no humanos. En la Cumbre Mundial sobre el DS (Johannesburgo, 2002), se hizo hincapié en que el DS comprendía la integración equilibrada de objetivos sociales y ambientales con objetivos de desarrollo económico.

PILARES DS
Pilares indisociables del Desarrollo Sostenible

La misión de las Naciones Unidas en el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible (DEDS) es lograr que los países integren los criterios, las competencias y los valores inherentes al Desarrollo Sostenible en todos los aspectos de los planes nacionales de educación a fin de promover cambios de estilos de vida y comportamiento que posibiliten una sociedad más sostenible y justa para todos. Esta iniciativa complementa las ya existentes de Educación para Todos y fortalece las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) posee la capacidad potencial de mejorar la calidad y la pertinencia de la educación en todo el mundo. La EDS es un proceso de aprendizaje sobre el DS y en favor de la promoción de éste, y contribuye en sí misma a la sostenibilidad.

La Cumbre para la Tierra de 1992 condujo a la adopción generalizada del Programa 21, que tuvo como consecuencia la firma de acuerdos y convenios en muchos ámbitos importantes e incluía un capítulo sobre Educación, formación y sensibilización del público, en el que se subrayaba la función de la educación en la reorientación de la sociedad hacia la sostenibilidad. Los tres aspectos del DS – la sociedad, el medio ambiente y la economía – se reafirmaron en la cumbre como los pilares indisociables del desarrollo sostenible. Asimismo, se reconoció que la cultura representaba una importante dimensión subyacente habida cuenta de que los valores, la diversidad, los conocimientos, los idiomas, las historias y las visiones del mundo asociadas a la cultura tenían una enorme influencia en la manera de abordar y adoptar decisiones sobre las cuestiones de DS.

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