A finales de 2018 se publicó por parte del Diario Oficial de la Unión Europea, la Directiva 2018/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre, por la que se modifica la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética .
Se modifica la Directiva 2012/27/UE
En ella se establecen una serie de medidas con el fin de conseguir, al menos, un incremento del 20% para el 2020 y del 32,5% para 2030, de la eficiencia energética.
La eficiencia energética es un elemento clave en la estrategia de la Unión Europea en materia de energía y medio ambiente.
En la cadena de energía interviene la generación, el transporte, la distribución y el uso final de la misma, y como resultado directo nos encontramos una mejora de la calidad del aire, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, una reducción de la dependencia exterior en la compra de fuentes de energía fósiles, mayor competitividad de nuestra economía, etc.
La eficiencia energética
Ya en la propia Directiva que se modifica, la que se publicó en el año 2012, la eficiencia energética consiguió tal entidad que incluso se la denominó como una fuente de energía más, en el estricto sentido de la expresión. Esto conlleva la consideración de la eficiencia energética en la planificación del sistema energético, por méritos propios.
La eficiencia en los sistemas energéticos está muy condicionada con la capacidad que se tenga de incorporar en la red energía procedente de diversas fuentes, de ahí que la mejora de la eficiencia energética posibilita un mejor aprovechamiento de las energías renovables.
Es importante que los ciudadanos de la Unión estén concienciados sobre las ventajas de contar con una mayor eficiencia energética, así como la manera de conseguirla.
Facturación de las compañías energéticas
Una de las cuestiones que les es de aplicación de manera directa es lo relativo a la información sobre la facturación que las compañías energéticas realizan de sus consumos.
Para ello las facturas deben ser más sencillas, claras y fáciles de comprender, así como mediante subcontaje, contabilizar los consumos individuales de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, en aquellos puntos en los que en la actualidad se llevan a cabo de manera centralizada y sin verdadero conocimiento por parte de los usuarios efectivos de la energía.
Dentro del concepto de la eficiencia energética se encuentra también la gestión eficaz del agua, ya que se estima que las fugas de agua representan el 24% del total del agua consumida en la Unión Europea, y el sector de la energía representa el 44% del total del consumo de agua.