A estas alturas tenemos casi gastada aquella frase de “se acabó el patrocinio de pegatina”, refiriéndonos a que ya no basta con la presencia del logotipo de las empresas en los diferentes soportes que el patrocinado ofrece, sean camisetas, vallas, banners o lo que sea.
La relación entre patrocinante y patrocinado
Hoy en día las empresas demandan retorno más allá de la valoración de la repercusión en medios y, dentro de lo posible y de los sectores de los que estemos hablando, conversiones, leads, ventas, clientes…
Pero así como nosotros como organizadores de eventos, como clubes, como instituciones, como deportistas, tenemos la obligación de dar todo lo que tenemos para que la empresa que nos acompaña obtenga el mayor retorno, es muy importante que sean ellas también las que pongan a nuestra disposición mucho más que recursos económicos.
Patrocinio de eventos
Hay muchas ocasiones en las que los eventos también se benefician de la imagen que tienen las marcas que los patrocinan. Algunas más que otras, claro está, pero en general un evento con muchos patrocinadores importantes nos da la sensación de confianza, de seguridad. Y no es una cuestión banal, sino que tiene mucha lógica.
Es de esperar que las grandes empresas y marcas dediquen su presupuesto y tiempo a formar buenos equipos de trabajo, que son los que a la postre tomarán la decisión de acercarse a un evento o a otro. De esta manera, sería de esperar también que esos eventos seleccionados, más allá de la afinidad con su público objetivo o estrategia, sean serios y de calidad.
Menos patrocinios, más partners
Por eso es que la relación no debería terminarse en un paquete de buenas contraprestaciones a cambio únicamente de una cuantía económica. Una marca que trabaja bien su imagen puede y debe servir de altavoz para la iniciativa que patrocine, y eso también es importante para el destinatario de los fondos.
Campañas en sus medios de comunicación y redes sociales, en sus comunicaciones internas, presencia dentro de sus campañas, presentaciones en sus oficinas y espacios, entre muchas otras acciones, son importantes y también forman parte de la activación del patrocinio. De hecho, estoy convencido de que un patrocinio bien activado es aquel que contempla acciones a ambos lados de la relación, no sólo poniendo un stand en el evento o un logotipo en la camiseta.
Es por eso que en mis últimas propuestas de patrocinio, siempre me veo tentado de poner “Propuesta de partnership”, a riesgo, eso sí, de que me critiquen por usar anglicismos “con el idioma tan rico que tenemos” 😉
Juan Ignacio Arano Simiele
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