Sería deseable que la organización contara con la habilidad de crear un entorno en el que los empleados puedan experimentar la sensación de estar motivados durante el desarrollo de su trabajo diario. Además, los directivos deberían de contar con la capacidad de conocer el grado de motivación de sus trabajadores y, siempre que sea posible, aumentarlo.
Se parte de la base que la motivación es un pilar fundamental dentro de la organización, adoptando un papel relevante en la Prevención de Riesgos Laborales. Sin embargo, una de las principales contradicciones que plantea la motivación es la proyección del modo competitivo para organizar el sistema externo a la empresa y traspasarlo hacia el interior de ella.
Actualmente, vivimos en un mercado competitivo en el que se considera que la lucha es el único medio para triunfar, profesionalmente hablando. De puertas adentro de la empresa debe suceder algo parecido: que gane el que más luche y empuje. Este razonamiento, muy generalizado entre algunos profesionales, especialmente en aquellos puestos de trabajos de la llamada tipología jungle man (que ven la empresa como una jungla), es falso. Su error está en considerar que la empresa, como organización, es un sistema abierto, donde las fuerzas competitivas por el poder y la posición pueden dejarse a la libre voluntad de sus componentes, sin pérdida de energía para el sistema.
Pero al ser la empresa un sistema cerrado, la lucha entre sus elementos no está adecuadamente canalizada y genera inestabilidad y neurosis interna.
La motivación proyectada de un modo competitivo
En vista a la situación descrita dentro de la empresa actual, derivan las siguientes conclusiones:
- La fuente de la desmotivación no está, al menos principalmente, en los trabajadores, sino en el modelo organizativo que ha adoptado la mayor parte de las empresas existentes. El modelo organizativo predominante es inadecuado e ineficaz. Este modelo les permite a los directivos mantener una situación de privilegio independientemente del papel que adopten en la lucha por conseguir la motivación entre sus empleados.
- Motivar a las personas no es posible. Lo que sí es posible es dotar al trabajo que se les confía de las condiciones necesarias para que los trabajadores se impliquen en él.
- En base al punto anterior, para lograr que los trabajadores se impliquen a fondo en el trabajo que se les encomienda, es necesario que la dirección de la organización adquiera las características organizativas necesarias para alcanzar la satisfacción laboral.
- Para decidir de forma adecuada las características organizativas a adoptar, se debe tener en cuenta dos fenómenos sociales que han ido adquiriendo importancia dentro del mundo empresarial en los últimos años. Estos son: el crecimiento del nivel de educación y las aspiraciones profesionales de los trabajadores, por un lado y el dinamismo también creciente de los mercados y la competencia, por otro.
Luis M de la Flor, experto en Prevención de Riesgos Laborales
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excelente post, actualmente trabajo en un proyecto sobre formacion para el uso de las lineas de vida la formacion de trabajadores y los empleadores, gracias por tomarte el tiempo, creo que toda la informacion es poca cuando primero hay que pensar en la vida