Claves a tener en cuenta en una estrategia de Employee Experience

Entornos en constante transformación, necesitan de estrategias que hagan a las organizaciones conectar con las personas. Recursos Humanos ha de generar esa conexión a través de mejorar la Employee Experience (Experiencia del Empleado). Las organizaciones que mejor lo entiendan, más competitivas serán.

¿Qué es Employee Experience?

El concepto de Employee Experience viene del que empezó a usar Marketing: Customer Experience. Poner el centro a la persona que nos interesa. Para Marketing era el cliente, el usuario. Para RRHH es el cliente interno, el empleado. Y tratar de mejorar la experiencia ha de ser el objetivo final. La idea es que esa experiencia sea satisfactoria desde el punto de vista de haberle aportado un valor añadido a la persona.

La experiencia es el rey

Cuando lo pasamos bien, dicen que somos más productivos. Ahí es donde hay que llevar a quienes aún no entienden que pasarlo bien es cachondeo y perder el tiempo. Cuando los empleados están conectados con lo que hacen y el lugar desde donde lo hacen, están mucho más comprometidos. Eso indudablemente nos lleva a una mayor productividad. Normalmente cuando estamos con ese enchufe, incluso tenemos mejores ideas y somos más innovadores. Algo que también debería cuidar la empresa.

Pero ¿cómo llevamos a cabo ese entorno? Se trata de entender que si somos más productivos cuando estamos bien, algo de lo que experimentamos tendrá que ver. Por lo tanto, como ya hemos comentado varias veces, la experiencia es la clave. Y con ese punto de partida, vamos a ver cómo podemos diseñar una Employee Experience.

Las claves de una buena Employee Experience

No hace falta ya que tratemos de convencer con palabras como bienestar, satisfacción o felicidad. A algunas personas aun les cuesta entender la relación que existe entre ellas y el beneficio para la organización. Pero estamos bien rodeados de informes y estudios que lo avalan. Tener una estrategia de Employee Experience puede significar crecer hasta 3 veces más.

Y ¿por qué? Entre otras cosas porque un empleado es más innovador en cómo hace su trabajo, o porque hay menos rotación cuando las personas se sienten conectadas con la empresa. Así que lo que debemos tratar de impulsar es que nuestros líderes y mandos intermedios, a través de una cultura bien transmitida, fomente y pueda desarrollar estrategias de Employee Experience.

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Analizar

Cuando queremos generar un cambio o que los empleados se sientan mejor en la empresa, no podemos empezar la casa por el tejado. Esto sería ponerse a hacer cosas sin contar con ellos. Analizar significa entender donde estamos y poder incluir a todo el equipo para comprender mejor cuál es nuestro punto de partida. ¿Qué necesita la persona que trabaja aquí? ¿Cuáles son sus deseos en el tiempo que esté aquí? ¿Qué le hace sentir más bienestar? ¿Cómo es su día a día?

Estos son puntos de partida que nos pueden ayudar a entender cómo vive esa persona dentro de la compañía. Este análisis es clave para poder diseñar experiencias personalizadas, que le hagan sentir que realmente es alguien escuchado y valorado. La Employee Experience es precisamente eso, escuchar y poder transformar con cada persona aquello que realmente le importa.

Candidate Experience

La experiencia de las personas en la organización empieza mucho antes incluso de que firmen un contrato. Se trata de englobar también a los candidatos, a esas personas con las que ya estamos teniendo una relación y que debemos cuidar. En función de cómo sea experiencia estamos condicionando la relación con la organización de esa persona. Es clave detectar todos esos momentos que son importantes en su contacto con nosotros, para tenerlos en cuenta y poder cuidarlos mejor.

On Boarding

Una vez ya tenemos a la persona seleccionada, empieza un proceso que va desde que la persona sabe que ya ha sido seleccionada, hasta que es relativamente autónoma en su puesto. Con lo que hay que olvidarse del concepto de On Boarding como si del día de incorporación se tratase. Aquí tenemos muchas oportunidades de cuidar la Employee Experiencia. Comunicación fluida, preguntarle, escucharle, programar un primer día que sea realmente especial y transmitirle todo lo que sea importante en ese proceso, es clave.

Personalizar

Esto significa que hay que romper con aquello del café para todos. En una organización daban vales guardería cuando había en la plantilla, un tanto por ciento ridículo de padres. Eso es un ejemplo de no haber escuchado a tu gente, dando por hecho que lo que tú les das, les va a servir o gustar.

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No motiva lo mismo cuando tenemos 20 años o cuando tenemos 40. Es importante conocer qué quieren los empleados y cómo viven y sienten ellos el entorno, su trabajo y sus necesidades.

Employee Experience no es Evaluación del Desempeño

Este punto es importante porque se trata de experiencia, no de evaluar. Muchas veces confundimos esa evaluación anual del desempeño o de las competencias, con el hecho de escuchar lo que valoran y requieren los empleados. Y esto es decisivo para poder estar más a gusto y sentir ese paso por la organización como algo más que un contrato laboral donde les pagan por hacer algo esperando que llegue la hora de irse a casa.

Tecnología

Es muy complicado cuando hablamos de una plantilla importante poder escuchar uno a uno qué necesita o qué le importa. Ahí entra la tecnología y los sistemas que nos ayudan a recopilar la información, a diseñar esas estrategias personalizadas y pueden dar forma al trabajo de cada persona. Una mejor Employee Experience necesita de una plataforma que pueda estar centrada en la persona. Es decir, el proceso está por debajo del cliente interno, el empleado.

Con la tecnología agilizamos los procesos precisamente para que la persona reciba más y mejor. Hay que tener en cuenta la lentitud de lo que implica por ejemplo una encuesta anual que podemos hacer de forma aislada. Ahí es donde tenemos en cuenta la digitalización para ver de qué manera podemos mejorar ese proceso.

Segmentar

En este camino, una de las claves del Employee Experience es segmentar. Esto es entender que tenemos distintos colectivos y que no todos van a ser iguales o a valorar lo mismo. En el fondo, lo más importante es saber que una cosa es hacer grupos o colectivos y tenerlos claros, pero si la información recopilada para cada uno de ellos, no te sirve para tomar decisiones enfocadas a ellos, no servirá de nada.

Confianza

Las personas no suelen ser ellas mismas, si no se sienten en libertad. Por lo tanto, generar un entorno y espacios de confianza es clave para mejorar la Employee Experience. Es la manera en la que cada uno pueda transmitir su opinión y contar lo que podría hacerle vivir la experiencia mucho mejor. Y aquí también hemos de trabajar con las expectativas de cada persona. Porque cuando la persona se siente en confianza trasladará mucho mejor lo que de verdad esperaba. Para esto, necesitamos que la escucha hacia ellos sea realmente activa y recurrente, de manera que la información sea constante y podamos estar al día de sus preocupaciones, problemáticas y de todo aquello que les conecta con lo que hacen y con su entorno.

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Employee Journey Map

Entender esa Employee Experience nos acerca a visualizar el ciclo de vida del empleado, que podemos trasladar al Employee Journey Map. Ahí podemos ver las diferentes fases por las que vivimos en esa relación. Importante entender cuáles son y ver de qué manera podemos incidir para mejorar la experiencia de cada una de las personas.

Salida

Quizás la más olvidada de las etapas de la Employee Experience, porque la relación se está acabando. Sin embargo es clave porque nos aporta mucha información, teniendo en cuenta que los ciclos de vida de los profesionales en las organizaciones son cada vez más cortos. Es importante saber qué les motiva a salir, a cambiar, o qué ha cambiado para que haya una salida de la organización.

Cuidar todos los momentos clave en el ciclo de vida de la persona en la compañía, hará que, dure lo que dure la relación, exista una Employee Experience más fructífera para ambas partes.

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

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