¿Cómo combatir la resistencia al cambio organizacional?

Las personas tendemos a acomodarnos y los cambios nos hacen agitarnos y tener que salir de la famosa zona de confort. En algunas organizaciones existe lo que se conoce como resistencia al cambio y desde Recursos Humanos debemos ayudar para desbloquearla. Es importante entender qué la genera, cómo gestionarla y de qué manera podemos evitarla para que no nos ronde.

¿Qué es la resistencia al cambio?

Los acontecimientos que estamos viviendo en el presente año, generan mucha más incertidumbre y miedo del que ya podríamos decir, habitual. Cuando en estado normal surgen situaciones que nos sacan de lo conocido, puede provocarse la resistencia al cambio, algo que nos insta a seguir donde conocemos, donde sabemos lo que va a pasar.

La resistencia al cambio es el hecho de negar la posibilidad de generar una modificación de algo que hacíamos de una determinada manera. Aparece cuando sentimos esa incertidumbre, esa pérdida de control, ese miedo. Y surge porque creemos que debemos frenar la posibilidad de esa modificación para salvarnos de algo, para no perder algo. Miedo a lo desconocido, al fracaso, posible desconfianza en algunas personas, pueden ser motivos de esta resistencia.

Las organizaciones que tienen resistencia al cambio funcionan en conjunto, igual que las personas. A veces tenemos equipos o personas que se resisten a avances, a nuevos programas, a cambios más significativos, como puede ser una nueva dirección, un cambio en el liderazgo o un nuevo sistema que debemos aprender a gestionar. Desde RRHH debemos tener en la gestión del cambio, una herramienta para disolver los posibles conflictos en esta materia.

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¿Cómo combatir la resistencia al cambio?

Autoconocimiento y cultura

Parece que hable de lo que hable, me apoyo en el autoconocimiento para sacarlo a la palestra. Pero es que es tan importante que tiene peso en todas las áreas de nuestra vida. Conocernos bien nos ayuda a tomar las mejores decisiones. Y estamos hablando de tener que hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados.

Cuando una empresa siente resistencia al cambio debemos acudir a sus entrañas, a su cultura, para poder entender cómo es su esencia, qué necesita y de qué manera ayudarla. Entender qué le está haciendo resistirse nos hará ver dónde están los orígenes del bloqueo y por tanto podremos ver dónde poner el foco para desbloquear.

La cultura es nuestra personalidad (organizacionalmente hablando) y la muestra la tenemos en la conducta de las personas en la empresa. Así que es importante ver esos hábitos, esa forma de actuar detectaremos los puntos de mejora. Miedo por no ser capaces de hacer algo, inseguridad para llevar a cabo algún proyecto pueden ser los efectos de esa resistencia al cambio.

Comunica los beneficios del cambio

Las personas suelen no avanzar por el desconocimiento de lo positivo que impactaría en ellos ese cambio. Es cierto que el “ordeno y mando” es una práctica con menos adeptos cada día, pero se trata de que las personas entiendan qué beneficios significaría para ellos ese esfuerzo para cambiar. Debemos entender por qué hacemos algo y el impacto que tendrá en nosotros nuestro trabajo.

Un nuevo espacio de trabajo, un nuevo sistema, un nuevo equipo o líder puede requerir mucho más tiempo de adaptación para una persona que otra, precisamente por esa resistencia al cambio. Cuando estamos acostumbrados a algo conocido, este cambio puede hacer que algunas personas sientan que puede afectarles y generar resultados que no sean muy buenos.

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No podemos avanzar si todo el barco no rema a la vez. Y hay que ayudar a las personas que están teniendo más dificultades. Es importante que vean de qué manera ellos son importantes en ese proceso y de qué manera su colaboración mejora el resultado. Así estamos valorando su implicación además de escuchar sus motivaciones.

Espacios de colaboración e integración

Cuando las personas entran en un espacio donde colaboran con los compañeros, con el resto del equipo tienen la oportunidad de generar sinergias que solos no podrían, aparece el poder de la comunidad. Se trata de que ofrezcas la posibilidad de romper esa resistencia al cambio con espacios donde todo el equipo pueda sentirse acompañado, pueda ayudarse de los demás, donde sea comprendido y apoyado.

El calor de los demás nos aporta confianza y seguridad y nos ayuda a desbloquear aquello que puede estar paralizándonos, incluso para desarrollarnos. De esta manera trabajamos la reducción de la ansiedad, del estrés, y de las sensaciones que nos hacen remar más lentamente. Juntos además trabajamos la integración, de manera que facilitas que se participe en el proceso de cambio.

Cuando la organización pretende generar algún importante cambio, es crucial que antes gestione el camino a recorrer y sobre todo cómo lo vamos a comunicar. Gestionar la resistencia al cambio es esencial para poder avanzar. Ten en cuenta que el verdadero éxito de una organización no es tal si no puedes tener en ese barco remando a todo el equipo. Y éstos son los que harán que tus objetivos se consigan. De ahí que les ayudes en sus dificultades para que proyecten su talento en el proyecto.

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

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