No hay relaciones sin comunicación, pero no toda es sana y productiva. Existe la comunicación tóxica que debemos identificar y eliminar desde Recursos Humanos. Las organizaciones tienen que tejer una red sana donde la confianza y la seguridad formen parte de las políticas de comunicación.
Relaciones y comunicación tóxica
En toda relación puede existir esa persona que te absorbe, que te asfixia, que no te deja crecer, que te agobia, que no te deja respirar. Se llama relación tóxica, y en ella suele existir lo que conocemos como comunicación tóxica.
Los errores en la forma de expresarnos, en cómo escuchamos o dejamos de hacerlo. La comunicación tóxica atrae el conflicto, genera tensión entre las personas y por supuesto bloquea el avance y resultado del proyecto. Esto, irremediablemente impacta en el negocio, paralizando la productividad y el rendimiento de los empleados.
Errores de la comunicación tóxica
Juzgar o criticar
Cuando alguien comparte algo, es fácil caer en el juicio o la crítica si no estamos atentos a la empatía. En un equipo hay que cuidar las relaciones, y en la comunicación es vital que exista confianza, pero eso no puede romperse con la ofensa que puede generar que se juzgue lo que opinas o piensas. Escuchar y aportar aceptando es lo más sano para nuestra comunicación.
Callar
La otra cara de la moneda de la comunicación es el silencio. No hablar, no intervenir también es parte de la comunicación. No expresar nuestra opinión por miedo, por vergüenza no es permitir una buena comunicación. Evitar el conflicto no es la solución, de hecho, el conflicto en sí no es el problema, lo es cómo lo gestionamos. Y el silencio nunca suele ser un buen aliado para resolver las diferencias.
Culpar
Cuando algo sale mal, debemos analizar qué ha pasado, pero muchas veces hay personas que tienden a buscar al culpable. Tratar de exculparse y no hacer autocrítica puede alejarnos de la verdad y de una comunicación que ayude a encontrar buenas soluciones. Culpar genera comunicación tóxica.
Consejos doy…
Esa persona que siempre nos da consejos, que tiene la respuesta para todo, que antes le ha pasado a él y que sabe mejor que tú mismo lo que te pasa. Son personas que irritan porque no saben escuchar, lanzan el sabio consejo sin tener en cuenta realmente lo que necesitamos. A veces se lanzan sin ni siquiera haberles pedido ayuda. Suelen estar en una posición alejada de nuestra realidad y no facilitan la comunicación, pues va en una sola dirección. Debemos escuchar mirando a las personas, evitando caer en esa posición egocéntrica.
Interrumpir
Cuando alguien nos habla, y no dejamos que acabe y nos lanzamos a interrumpir, generamos un bloqueo en la comunicación, de manera que podemos estar lanzando un mensaje confuso al otro. No estamos escuchando, queremos hablar por encima de él, podemos provocar que se moleste, se enfade. Imagina esta situación en la oficina, quizás en una reunión. Debemos evitar las interrupciones y escuchar activamente.
Pasar de las personas
Parece que hablar lo es todo en la comunicación, pero hay mucho más. Si no muestras interés en ellas, si no eres alguien activo en el cuidado de la relación, ¿de qué sirve el resto? Escuchar implica estar ahí, cuidar a la persona desde muchos más ángulos que no solo el de escuchar cuando habla. La persona habla de su historia en muchos momentos, y estar ahí y reconocerlos aporta mucho, de manera que alejamos la comunicación tóxica. Es mucho más fácil para un equipo, conocer a los compañeros, al responsable y generar un clima laboral de confianza ayuda en la comunicación.
Quejarse
Cuando estamos incómodos solemos transmitir una comunicación negativa sino sabemos transmitir bien nuestros sentimientos o emociones. Pero hay personas que constantemente viven en la queja perpetua y a las que les cuesta ver el lado positivo de nada. Tienden a adelantarse a lo que va a pasar y transmiten un cierto halo de pesimismo y tragedia a todo. Debemos huir de este tipo de personas, que contaminan el buen ambiente y contagian comunicación tóxica.
Reconocer los posibles errores, te ayuda a eliminar la comunicación tóxica. Cuando estamos hablando, hablando y repetimos ciertos patrones que no nos están ayudando a conectar con los demás y a conseguir nuestro objetivo, hacemos que la comunicación tóxica crezca.
Comunicación efectiva
Trabajar con personas que, en vez de facilitar la comunicación, la complican, provoca muchos problemas y añade dificultades al progreso de la organización. No podemos modificar la conducta del otro, pero sí cómo nosotros nos comunicamos. Comunicarse bien, es una competencia altamente valorada, porque implica saber relacionarse y conectar con mucha más facilidad, liderar, gestionar conflictos y llegar al equipo de manera más efectiva.
La comunicación efectiva es la que se consigue cuando alguien que pretende transmitir algo, obtiene el resultado esperado, sea de una persona a otra o de una a varias.
A nadie le gusta estar cerca de personas que generan comunicación tóxica, que interrumpen, que critican, que se quejan o que no cuidan a los demás. Practiquemos más la comunicación efectiva para generar un entorno de bienestar en la organización.
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