Continuamente nos preparamos y practicamos para enfrentarnos a todo tipo de entrevistas, nos informamos y aseguramos de tener controlado el lenguaje no verbal, la imagen, etc.
¿Y el primer contacto?
En el 85% de las ocasiones es una llamada telefónica a la que prestamos poca atención. Pensamos: “si me llamaron es que el C.V. ya les gusta y tengo el perfil que buscan. Estamos menospreciando el auténtico primer contacto, y los headhunter en realidad efectúan casi el 25% de la pre-selección en esta llamada, incluso depende del resultado de ella que nos deriven o no a la empresa demandante donde realizaremos la primera entrevista presencial.
Debemos tener una planificación previa para el momento de recibir esa llamada. Lo primero es escribir y repasar claramente nuestros objetivos y poner el listón bien alto. En una experiencia personal, el headhunter me consiguió unas condiciones económicas muy superiores a las que yo pedía, previa comprobación por teléfono de que mi perfil era verdaderamente acorde a lo que estaba buscando. Acudí a una primera entrevista con la compañía con grandes y buenos consejos que me facilitaron en la entrevista telefónica.
Al teléfono hay que cuidar mucho el tono de voz pues equivale a la actitud, honestidad y energía positiva que se transmiten desde las palabras hasta la imagen, es importante la intención. Estar pensando con fuerza en lo que queremos inspirará mucha seguridad.
Es fundamental saber lo que no queremos, el tiempo en búsqueda activa de empleo tiene mucho valor y le hemos de asignar su justo precio. Si nos mostramos contundentes pero no inflexibles estaremos ahorrándonos muchos esfuerzos.
No busquemos empleo, tenemos que buscar “el empleo”, cuanto más concreto tengamos el concepto de lo que deseamos más fácil será encontrarlo y filtrar esas llamadas. Ten en cuenta que el teléfono interrumpirá en tu vida diaria mientras estas haciendo y pensando en algo diferente. Hay que entrenar a la mente para que reaccione y se posicione en situación en 5 segundos. Nunca sabes qué o quién espera al otro lado, podrías estar ante el trabajo de tu vida, te imaginas contestando: “ahora estoy subiendo al bus ¿pueden llamarme más tarde?” justo lo que tardarán en encontrar otro perfil adecuado, aunque peor que el tuyo.
Pero es que a ti no pudieron conocerte…
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