“El marketing sigue evolucionando de la mano del entorno digital y colaborativo cambiante en el que los usuarios huyen de la publicidad tradicional y buscan relaciones”.
A pesar de que esta premisa sea un halo de esperanza hacia el futuro y la evolución, no deja de ser una acción limitante para los muchos profesionales de marketing que nos encontramos en el barco de la evolución, ya que nos puede mantener anclados en la propia evolución y quitarnos la capacidad de mirar atrás. Y es que detrás está todo el rumbo que nos ha hecho llegar hasta donde actualmente nos encontramos: la base del marketing directo.
Existe una pasión por los medios sociales y estos son sin duda una herramienta que apoya nuestras acciones y la potencial decisión de compra de un consumidor, pero no pueden ser el eje motor de todo nuestro marketing online, pues estaríamos despreciando otros canales que son básicos y fundamentales para incrementar las ventas de una organización.
Hemos de tener en cuenta que el comportamiento del consumidor pasa por varios estadios antes de efectuar una compra, pero los más importantes son sin duda la búsqueda de información, la evaluación de alternativas y la decisión de compra. Y los medios sociales que estén gestionados bajo una estrategia de marketing de contenidos serán un gran complemento a la venta directa, ya que la apoyan y la hacen mucho más eficaz de cara a una decisión de compra positiva por parte de ese prospecto o cliente potencial. Pero no podemos cegarnos por ellos a no ser que nos sirvan para realizar una venta directa —según el mercado en el que nos encontremos— y hemos de cruzarlo con otros canales como el email marketing y el search marketing, que ya están comenzando a convertirse en tradicionales por el dinamismo del entorno.
Deberíamos recordar que el sector profesional del marketing no ha inventado los medios sociales, ni el entorno; los profesionales de marketing somos solo vendedores con infinidad de instrumentos —que pueden transformar la venta en un hito divertido y agradable— pero insisto, solo somos vendedores. Y como tales hemos de saber adecuarnos a este dinamismo frenético, pero no podemos olvidarnos del marketing directo tradicional y culparle de que no nos permitiera realizar un análisis tan exhaustivo de los consumidores como el actual, ya que la base de este es aplicable tanto a disciplinas como el email marketing, search marketing y a nuestro tan codiciado social media marketing.
Y evidentemente tenemos que darle las gracias a la tecnología, pues nos ofrece múltiples soportes donde invertir certeramente y múltiples modos de analizar nuestras inversiones, pero lo que no podemos hacer es ir a la carrera y olvidar a “todas las ex” por el camino, ya que cuando surgen nuevas disciplinas tendemos a decir que estas suplantan a las anteriores; ni se nos pasa por la cabeza que se pueden complementar y que el arte de la venta está en integrar diferentes medios para obtener una respuesta medible.
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Gran artículo que nos hace reflexionar sobre como estar a la última sin dejarnos llevar por la marea constante de la evolución tecnológica. Estoy de acuerdo en que hay que adaptarse y beneficiarse de los avances sin perder de vista los que nos ha funcionado hasta ahora y no tiene por qué dejar de hacerlo.
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