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¿Están preparadas las Cadenas de Abastecimiento Alimentario para vencer al Coronavirus?

La respuesta contundente es que Sí, nuestras cadenas de abastecimiento estás bien preparadas para soportar la fuerte demanda de estos últimos días en nuestros supermercados ocurrida tras la noticia de la apertura del Estado de Alarma Nacional por el coronavirus. Por tanto, no hay de qué preocuparse.

Tal y como comenté en mi intervención radiofónica del pasado domingo en el programa de radio de ámbito nacional “A vivir que son dos días” junto con a su director, Javier del Pino, el escritor Juanjo Millás, y la Directora de Relaciones Externas de MercaMadrid, se puede asegurar que no estamos ante un “corralito alimentario” y que las imágenes de aglomeraciones en los supermercados, carros llenos, y lineales vacíos que todos hemos podido ver en los medios de comunicación, no están justificados, salvo por el pánico a lo desconocido que todos podemos llegar a desarrollar.

Según ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios, y Supermercados), a través de algunos de sus asociados más importantes y reconocidos a nivel nacional (p.e: Mercadona) han lanzado mensajes de tranquilidad garantizando que el suministro de alimentos (no solo de primera necesidad) está asegurado.

El motivo para estar tan seguros de que está información está basada en hechos veraces reside en la fortaleza de la estructura del diseño de las cadenas de abastecimiento alimentario de nuestro país y, también, en que casi todos los productos alimentarios que se comercializan en nuestros establecimientos tienen origen España, es decir, no hay que ir a buscarlos o producirlos  a/en otro Estado.

¿Cómo funcionan las Cadenas de Abastecimiento Alimentario?

Lo más apropiado para evitar el pánico al desabastecimiento es conocer cómo funcionan estas cadenas y de su eficiencia extraer datos correctos para sustentar nuestra confianza en ellas.

Para empezar hay que comentar que ya casi ningún supermercado dispone prácticamente de almacén. Con esto quiero decir que se dispone del almacenamiento mínimo para un uso diario del mismo, en otras palabras, se llena y consume en el día (en algunas ocasiones, varias veces al día, dependiendo de la frecuencia o rotación). ¿Cuál es el motivo para ello?. Muy sencillo, dedicar todos los metros en propiedad de la organización a la venta, es decir, que todos los metros cuadrados de establecimiento puedan estar disponibles a la exposición del producto y por tanto a su venta. Todo ello con fines de rentabilidad financiera y políticas de marketing.

Una vez establecido este criterio de almacenamiento en supermercado, existen básicamente dos modelos de cadenas de abastecimiento alimentario, y en algunos casos, estructuras mixtas de ambos.

Modelo Descentralizado (más utilizado)

Su política de distribución está basada en situar diversos Centros de Distribución (en adelante, CD), de variado tamaño y tipología, cerca de los más importantes núcleos de potenciales consumidores. A estos CD llegan directamente los proveedores de productos alimentarios (fabricantes, etc.,) y desde ellos, en base a camiones de grandes dimensiones, ir surtiendo a los distintos supermercados situados en los núcleos de consumición.

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Dependiendo de la distancia de estos CD a los distintos supermercados, ya sea a 100 km o a 300 km, puede variar la frecuencia diaria de entrega de ciertos productos. Esto desde luego justifica que, puntualmente, repito, puntualmente, puedan ocurrir ciertos desabastecimiento de algunos productos pero, como bien estoy comentando, no por motivo de falta de ellos, sino porque la frecuencia de abastecimiento en base a la distancia a los CD correspondientes no permite más allá de un único abastecimiento diario. Sea como fuere, cualquier producto se puede reponer en un plazo máximo de 24h.

Modelo Centralizado

En este caso la política es diferente, se dispone de un Macro Centro de Distribución, normalmente situado en un lugar céntrico a nivel geográfico, como puede ser la Comunidad de Madrid, y desde este CD surtir a todos los supermercados de manera directa.

Y, ¿qué ocurre con los productos frescos?, pues el sistema de distribución evidentemente cambia ya que todos los modelos pasan invariablemente por los mercados centrales tipo MercaMadrid, MercaValencia, etc., antes de enviar dichos productos a los supermercados.

¿Cuáles son los problemas más importantes a los que se podrían enfrentar las cadenas de abastecimiento alimentarias?

Básicamente los problemas se pueden reducir a dos ámbitos, los relativos a la producción de ciertos productos alimentarios con algún tipo de elaboración previa, y aquellos derivados del transporte desde los CD a los supermercados.

Empecemos a desarrollar los que se han comenzado a subsanar de manera más rápida, me refiero a los problemas que afectan a la movilidad de las mercancías. En este caso tenemos varios aspectos negativos a comentar.

Cierre de fronteras

Para empezar un problema a evitar es el cierre de fronteras entre los países miembros de la UE, es decir, que se siga respetando la libre circulación, al menos de tráfico de mercancías, entre los países miembros. Dada la virulencia de dispersión del virus muchos estados miembros están optando por cerrar sus fronteras, lo que puede ser un importante problema para que se puedan agilizar los desplazamientos de mercancías. Por ejemplo, Austria, Hungría y, en última estancia Alemania acaban de anunciar el cierre de sus fronteras.

Por este motivo, la IRU (Asociación del Transporte Europeo por Carretera) ha solicitado garantizar la libre circulación del tráfico rodado de mercancías a través de las fronteras de los estados miembros.

Por otro lado, diversas asociaciones del transporte por carretera como ASTIC o CETM, han incidido en señalar que hay que garantizar la protección individual (EPIs) de los conductores de camiones con mercancías para evitar el riesgo de contagio de los mismos, ya que además de ser personal de alto riesgo en estos momentos, se viene reclamando mayor número de estos profesionales desde hace ya varios años. Razón de más para que en estos momentos se “cuide” a los existentes que están realizando una labor tan importante.

A raíz de la aparición de estos problemas se han acometido de manera rápida varias soluciones. La primera es que desde el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, se han anulado los tiempos de conducción y descanso (tiempos de tacógrafo) que por ley debían de cumplir todos los conductores profesionales. Esto sin duda va a permitir mayor disponibilidad de ellos si se necesitaran para aumentar el ritmo de abastecimientos puntuales.

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Por otro lado, la entrada en funcionamiento del estado de alarma, va a suponer una mayor cobertura y protección de estos transportes ya que se va a facilitar la prioridad de los mismos, se reduce inevitablemente la congestión de las vías de circulación (por la permanencia en cuarentena de la población), y si fuera necesario, el decreto permitiría utilizar camiones militares para realizar estos abastecimientos (como se podría producir en caso de catástrofes que recientemente se han padecido, por ejemplo, inundaciones en la zona del levante español).

Tiempos de producción y tipos de industrias especializadas

Otro problema, no tan “sencillo” de atajar es el hecho de desabastecimientos puntuales de ciertos productos alimentarios que tienen algún tipo de elaboración previa (quedan fuera de esta categoría todos los alimentos frescos). El bloque de estos problemas se puede centrar en los tiempos de producción y tipos de industrias especializadas (y sobre todo maquinaria) disponibles para aumentar la producción.

Por más que nos empeñemos existen ciertos productos que necesitan una maduración natural y otros unos procesos productivos determinados. Estos pasos temporales no se pueden evitar. Por ejemplo, si una máquina está preparada para  producir 300 unidades/h, por más que se quiera, únicamente va a poder producir esta cantidad. Evidentemente se podrá poner esta máquina a pleno funcionamiento durante 24h, pero ese será el tope de capacidad máximo.

La única manera de producir por tanto más cantidad sería disponer de mayor maquinaria para ello, cosa harto complicada si la disponibilidad de esta, está limitada a ciertos productores y mercados específicos (p.e; no se puede crear de la noche a la mañana una fábrica de quesos industrial con todos sus equipos y maquinaria específica).

¿Qué es lo que ocurre cuando la demanda sufre un incremento radical puntual?

Básicamente el problema que acabamos de relatar en el último punto del anterior apartado es lo que se conoce (desde hace muchos años) como Efecto Látigo o Bullwhip Effect.

Este nombre deriva del funcionamiento similar que tiene un látigo cuando hay un incremento brusco de la demanda. Si la demanda sufre un repentino incremento la virulencia se va multiplicando a medida que recorre la cadena de suministro de forma inversa manifestándose de manera más abrupta en los últimos eslabones de la cadena.

Este efecto ha sido un caballo de batalla para todas las cadenas de suministro ya que todas ellas se diseñan y estructuran para un nivel de demanda, o mejor dicho, un nivel de fluctuación de demanda situado en una horquilla a modo de simulación de escenario estándar que cubra casi toda la casuística que en la realidad se puede dar. Esto se hace atendiendo al criterio de equilibrio nivel de servicio-nivel de inventario-nivel de producción.

Cuando un incremento tan brutal de la demanda para ciertos productos, como se ha podido observar en estos días, se hace efectivo, es cuando hace que este pronóstico de demanda no se cumpla y es a partir de este punto cuando la cadena de abastecimiento se tensiona y se produzcan desabastecimientos puntuales. Pero esto es un efecto normal que se suele corregir pronto modificando la horquilla de pronóstico de demanda. No hay de qué preocuparse.

Sin duda alguna nuestro sistema sanitario está sufriendo una gran prueba de estrés, pero también, sin duda, lo están sufriendo nuestras cadenas de abastecimiento alimentario.

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Para terminar….más buenas noticias

Me gustaría, a modo de conclusión, enumerar algunos aspectos positivos que nos pueden ayudar a tener tranquilidad en estos momentos y ganar confianza en que estamos preparados, al menos a nivel logístico, para superar esta pandemia.

En primer lugar en España hay mucho producto, en cantidad y en variedad. Casi todos nuestros supermercados se abastecen de productos con origen español y todo ello aumenta la velocidad de reabastecimiento en caso de necesitarlo.

Nuestro sistema de abastecimiento alimentario es ágil y flexible para poder adaptarse a cualquier casuística que se pueda dar. Si a esto sumamos que en estos momentos las líneas de comunicación están funcionando a pleno rendimiento, el resultado que pronóstico es que, en menos de una semana, las colas para adquirir alimentos serán historia y quedarán para la posteridad como una mera anécdota.

Otro aspecto positivo es que el número de consumidores, es decir, la población española que adquiere productos alimentarios es la misma, no ha variado. Este es un dato importante porque esto no va a significar tener que buscar nuevas fuentes de abastecimiento alimentario, tanto frescas como industriales, lo que sí sería un problema importante.

Para terminar, un hecho evidente, y es que todas aquellas personas, familias, etc., que se han abastecido de manera irracional en estos días, deben de consumir este producto antes de volver a comprar más, lo que deja un margen de maniobra a la producción y almacenamiento de ciertos productos a recuperarse y coger oxígeno para obtener niveles normales de stock.

Sin querer parecerme al abuelo cebolleta con sus refranes y dichos me agradaría terminar este post agradeciendo a todos los integrantes de nuestras cadenas de abastecimiento (en este caso, me es indiferente alimentarias o no) su esfuerzo por mantener el suministro de lo que nos hace falta, cuando nos hace falta y en la cantidad que se necesita. Ellos también son nuestros otros “grandes héroes”, aunque no tienen tanta repercusión mediática….y vamos con la frase con la que quiero terminar: “La experiencia es un duro profesor que primero nos expone al examen y a continuación nos explica la lección”. Esperemos que lo vivido nos sirva para aprender la lección y superar con mejor nota aún próximos retos.

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Juan Antonio Marco es especialista en Dirección de la Producción y Tecnología, Experto en Gestión de Compras, Máster en Dirección Logística y Cadena de Suministro, MBA, además de Ingeniero Industrial en Electrónica y Automática. Actualmente dirige su propia empresa “Creando Valor para su Organización” de consultoría en administración y dirección de empresas (Logística y SCM, Producción, Operaciones y RR.HH). Desde hace más de 10 años ha sido y es formador y profesor de postgrado universitario en instituciones publico-privadas como: UNED, UCLM, UCJC, IMF Business School, entre otras. Le apasionan las relaciones humanas en las organizaciones apostando desde hace años por una formación compuesta por capacidades técnicas y humanas que le ha permitido formar y ofrecer asesoramiento en desarrollo de habilidades directivas y personales a varias instituciones, fundaciones y asociaciones empresariales.

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