Tener un perfil en redes sociales puede ser muy satisfactorio, pero podemos enfrentarnos a problemas que por propio descuido y poca atención nos pueden acarrear serios problemas:
● Que estés buscando trabajo, seas el candidato perfecto y tu futuro jefe eche un vistazo a tu Facebook, vea tus fotografías poco corrientes y la forma tan malsonante en la que hablas, y con faltas de ortografía. Lo más normal es que te deje de considerar como su candidato perfecto.
● Que ya tengas trabajo y, por curiosidad, alguno de tus superiores o compañeros revise tu Facebook, vean imágenes, contenidos o frases poco apropiadas. Tu imagen, por muy buena que sea en el trabajo, va a cambiar radicalmente.
● Un artículo te ha parecido maravilloso, así que en vez de compartirlo a través de los botones destinados a ese fin y hacerlo de forma legal, decides hacer “copia y pega” en tu muro, en tu blog o en cualquier sitio que se te ocurra. Resulta que el autor es muy activo en redes sociales, blogs e internet en general, y le gusta revisar a dónde va su contenido, y además, le preocupa y se interesa. Descubre que has plagiado su documento. A no ser que le pilles en un buen día, o realmente le dé igual, puedes buscarte un problema legal. Debes tener cuidado con el material de terceros.
● Que tu madre te agregue a una red social, tengas contenido, fotografías o información poco recomendable, disgusto asegurado.
● Que te de igual el tema de la contraseña, llevas desde el 2002 con la misma, y la usas para todo. Un gracioso la descubre porque la has dejado puesta en el ordenador de un café o de una universidad. Se dedica a enviar mensajes privados a todo el que pille por el camino y a publicar autenticas barbaridades en tu muro como si fueras tú. Y encima, te cambia la contraseña, como también en tu correo tienes la misma…
● Haces fotografías en el cumpleaños de tu hijo, están bañándose en la piscina y te dedicas a subir todas las fotos de los niños. Uno de los padres, que no tiene ni idea ni de que has hecho fotos, las ve y te recrimina haberlas hecho y subido sin su conocimiento. Lío asegurado.
● Un amigo tuyo de toda la vida te envía un DM por Twitter con un enlace muy raro, pero te dice que lo mires que está muy bien el tema. Lo abres. Resulta que era un enlace infectado que no te ha mandado intencionadamente y ahora, por confiado, tienes un virus.
● Trabajas para una empresa cualquiera, grande, pequeña, mediana, da lo mismo. Y te dedicas a publicar información confidencial en tu blog personal para conseguir más visitas. Probablemente te descubran y no creo que se queden muy contentos.
Y como estos, cualquier problema que se te ocurra. Cada uno de ellos puede perjudicar gravemente tu imagen, tus intereses y tu propia seguridad. Si decides tener 3 perfiles en redes sociales debes ser consciente de los peligros que atraen, y saber gestionarlos correctamente.
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Buenos días Selva, me han parecido muy interesante las aportaciones de este post,recomendaciones que a mi parecer se nos olvidan aunque resulten muy obvias.
Un saludo
Entiendo que para que no ocurra estas situaciones que se plantean debes tener varias cuentas y no una sola como cajón desastre.
Ejemplo: El facebook de mi perro. No le interesena nada a mis posibles jefes que adoro a los animales y tengo un perro.