Si bien el término nació a finales de los años 20, ahora, un siglo después, vuelve a sonar como filosofía de inversión. ¿Las razones? Hablaremos de ello a continuación.
¿Qué es el value investing?
La doctrina denominada inversión en valor (o, en inglés, value investing) se publicó por primera vez en el libro Security Analysis en 1934, aunque sus autores, Benjamin Graham y David Dodd la empezaron a desarrollar y estudiar en la Universidad de Columbia en 1928. La idea es sencilla: encontrar valores en el mercado cuyo precio sea inferior a su valor intrínseco o real. Es decir, desarrollar un método de compra tal que se conozca si un bien está correcta o incorrectamente valorado en el mercado para aprovecharse de él, teniendo un margen de seguridad suficiente para la obtención de beneficios.
¿Cómo averiguar el value investing de un producto?
Para lograrlo se debe saber si el valor dado por el mercado a un título es correcto y para ello el inversor debe apoyarse en numerosos datos, a ser posible, en toda la información de la compañía para así poder predecir el futuro. Por ejemplo:
- Estados financieros periódicos (memorias, balances,…).
- Técnicas de valuación de empresas.
- Previsiones económicas: análisis del entorno.
- Información económica en general (prensa, contactos,…).
- Cualquier tipo de información adicional que afecte al valor de un título.
Es decir, investigar información pública e información privada para poder establecer si el valor y el precio son iguales.
Obviamente si el valor es superior al precio deberemos comprar, mientras que si es al revés deberemos o bien vender o bien no comprar. Aun así no debemos olvidar que estos errores o desequilibrios sólo se dan en el corto plazo ya que, principalmente, no todo el mundo tiene acceso a toda la información, por lo que el objetivo de la inversión en valor es atacar a corto plazo ya que a largo plazo el mercado se estabilizará y valor = precio.
Es decir, la inversión en valor no es más que el concepto de valoración denominado análisis fundamental.
Análisis técnico
Este análisis debe diferenciarse rápidamente del análisis técnico, creado por Charles H. Dow en el siglo XIX, y basado en el estudio bursátil de las gráficas de evolución de precios y volúmenes. Un análisis de gráficos o chartista donde son las figuras geométricas creadas por la evolución de los títulos las que deben ser interpretadas por los inversores para proveer los precios de las participaciones.
Análisis fundamental
Sin duda, el análisis fundamental es mucho más complicado (aunque menos dependiente del momento o instante) ya que requiere, en primer lugar, un conocimiento extenso del sector donde se desea invertir. Luego un estudio de las empresas, analizando sus estados contables, sus repartos de dividendos, ratios como el PER o P/VC… Y a todo ello agregarle información privada que nos permita sacarle una ventaja añadida a los competidores.
Las acciones del value investing son caras o baratas
Recordemos que no hay acciones buenas o malas, las hay caras o baratas.
Obviamente este proceso de inversión, lejos de ser una moda, es el método más lógico a la hora de comprar títulos valores.
Problemática del value investing
El problema es que requiere de grandes conocimientos y de tiempo de dedicado a los mismos, mucho más que el tiempo dedicado sencillamente a observar grafos y adelantar posiciones.
Por desgracia y, como es lógico, ni el análisis fundamental ni el técnico garantizan el 100% de la inversión. Pero numerosos fondos con grandes cantidades de datos sí ofrecen porcentajes asegurados de rentabilidad dados por sus conocimientos sectoriales y por el background disponible tras muchos años actuando en esos mercados.
El value investing en España
Si a esto añadimos que el mercado español es bastante cauto (la mayoría de inversores invierte por ellos mismos o en fondos recomendados por sus propias entidades financieras) encontramos que este value investment es algo minoritario. En España se trata de un estudio racional y complejo del mercado bursátil echa para atrás, pero si buscáis encontrareis empresas de inversión dispuestas a usarlo.