Hace ya más de 2 años que entró en vigor la obligatoriedad para las organizaciones de llevar el control horario y registrar la jornada de trabajo de los empleados. Desde Recursos Humanos ha habido bastante conflicto porque ya se pedía que se registrara desde el Estatuto de los Trabajadores, pero al no haber un control no se podían calcular las horas extra. El objetivo del cambio impuesto por el gobierno era cortar con las horas extras, pero ¿se ha conseguido?
Obligación, ¿sirvió o no?
Nada más entrar la obligatoriedad, empezaron las dudas. ¿Qué se considera hora extra? ¿La tiene que hacer el empleado sí o sí? ¿Cómo pagarlas? Es verdad que los primeros meses conllevaron cierto caos y confusión, tanto por parte de los empleados como de la propia organización. Hoy en día ya se ha asumido que forma parte de las obligaciones de la empresa, pero surgen las dudas sobre si el objetivo se ha logrado.
Lo cierto es que, según el Informe de Infojobs sobre Control Horario y Cobro de Horas Extra, aunque parece que algo se ha mejorado, no se han llegado a cubrir las expectativas que se tenían al imponer esta obligación. Se siguen haciendo horas extras que, o no se controlan o no se pagan.
Diferencias en segmentos
Según este informe 1 de cada 4 trabajadores reconoce que su empresa no registra las horas de la jornada laboral. Se ha reducido el número de empleados que hacen horas extras, pero ha aumentado el que no cobra por ellas.
Si nos fijamos en segmentos de edad, los jóvenes de entre 16 y 24 años y los más mayores, entre 55 y 65 años, son los que afirman no tener ningún control horario (un 29% de los trabajadores). A la hora del cobro de las horas extra, hay también diferencias. Los más mayores si que reconocen recibir el importe, pero los jóvenes no. En cuanto a la mujer, se refleja que cuando está en puestos directivos y con mayores facilidades para poder conciliar, menores son las horas extras.
Si nos fijamos en las zonas, en la Comunidad de Madrid parece que es donde menos se están reconociendo el pago de las horas extra. Le siguen Cataluña y País Vasco. En el otro extremo tenemos a Andalucía, como la comunidad que más ha visto recompensada con el pago de las horas extras realizadas. En áreas, el sector de educación es el que tiene más trabajadores haciendo horas extras sin cobrarlas.
Adaptación lenta
En todo este tiempo, Inspección ha llegado a detectar casi 9000 infracciones y a sancionar a las empresas con 16 millones de euros por irregularidades en el registro de las horas. Quizás el hecho de que no se hayan concretado algunos puntos, puede dar pie a dudas sobre cómo llevar a cabo el registro del control horario. Sobre todo, para las empresas, más todavía con el confinamiento vivido el año pasado. En muchas situaciones, el teletrabajo no se está gestionando como tal y por tanto existe un desequilibrio con la vida personal y profesional.
La pandemia, como en todo lo vivido, no ha ayudado mucho y las empresas han tenido que asumir muchos cambios para mantenerse a flota. Las que han tenido la previsión de automatizar los procesos, han podido adaptarse con mayor facilidad. Pero todavía vemos como muchas organizaciones se resisten y miran hacia atrás, como si se pudiera volver al pasado.
Aun queda mucho por hacer
Está claro que aun habiéndose implantado y mayoritariamente está siendo utilizado, no ha servido para evitar abusos. Las jornadas laborales siguen siendo eternas para muchos empleados no teniendo mayor compensación. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2021 se han hecho más de 5 millones y medio de horas extras, de las que solo el 54% fueron pagadas.
Es cierto que no todas las empresas tienen la facilidad ni la magnitud para hacer los mismos registros o controles. Puedes estar a favor o en contra de la obligatoriedad impuesta ya hace más de 2 años, es algo que no parece funcionar todavía. Por lo menos, para evitar lo que se pretendía, que era evitar el abuso de las horas extras y que, si se hacían, que se pagaran.
Veremos en el futuro si llega a unificarse el criterio y se gestiona o no el control horario. Veremos si dejan de haber infracciones y multas, o se encuentra la manera de encontrar soluciones al gusto de todo. Aunque eso parece algo más complicado.
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