Estás en búsqueda activa de trabajo, aplicas a una oferta de trabajo y consigues la entrevista. Pasan unos días y te enteras de que no eres el candidato idóneo. ¿Qué ha pasado? Puede que Recursos Humanos no te haya contestado no te haya dado una respuesta más protocolaria. Pero voy a mostrarte algunas de las razones que pueden explicarlo.
Proceso proceso mágico
Tenemos un concepto algo confuso de los procesos de selección. Es algo que se da en ambas partes, no es exclusivo de los candidatos. Mala comunicación, poca transparencia y nulo feedback son algunas de las malas prácticas que algunas organizaciones siguen utilizando.
Si ves una vacante que te encaja y envías tu CV, tu esperanza se centra en conseguir la ansiada entrevista. El proceso de selección se vuelve lo más importante, lógico. Pero uno de los motivos por los que seguramente te descarten empieza justo ahora.
¿Seguro que eres el candidato idóneo?
Si lo eres, seguro que no eres de lo que se queda esperando la llamada justo después de enviar CV a diestro y siniestro. Eres de los que ha entendido que eso no funciona y que hay que evolucionar. La famosa marca personal ha venido para quedarse y si aun no te lo crees, quizás no eres el candidato idóneo.
Aunque parezca una de tantas modas, el hecho de dar voz a tu talento va mucho más allá de ser un candidato. Desarrollar una estrategia para tu marca personal, hará que te conozcas mejor, que identifiques tu talento, que le des voz y que destaques por ello, que aportes valor y que las organizaciones te puedan tener con más facilidad en el radar. No es una moda, se trata de olvidar prácticas que no funcionan y entender que se trata de conectar y para ello tienes que entender qué tienes y mostrarlo.
No nos vales
¿Qué razones pueden llevar a una organización a decirte que no eres el seleccionado? Aquí podríamos entrar en la pregunta de por qué no te escriben o llaman para decírtelo, pero eso es carne para otro post.
Hoy te toca a ti entender qué puede ser lo que no haya encajado. Vamos a ver una serie de factores por los que no eres el candidato idóneo.
No tienes Marca Personal
Sí, lo sé, soy una pesada. No me he dejado llevar por la magia del concepto, pero es que cuando ves lo que realmente significa, sabes que funciona. Si has enviado el CV y no tienes nada más, posiblemente la organización tenga cientos de personas como tú.
¿Qué crees que va a hacer que quieran conocerte un poco más si solo tienen un trozo de papel? Hay otros que están aportando un contenido de gran valor en la red. ¿Lo entiendes ahora? Es una buena razón para ponerte a desarrollar tu estrategia de marca personal para no tener que ponerte con las prisas justo cuando te apuntas a la oferta. El trabajo constante es lo que mostrará quién eres y seas el candidato idóneo.
No has sido proactivo
Una de las cualidades más valoradas es la proactividad. Quizás has sido conservador y te has dignado a hacer todo aquello que se te ha pedido. Has visto la oferta, te has apuntado y has asistido a la entrevista. Has contestado a las preguntas y has esperado la deseada llamada. Hacer un poco más es lo que te hace sobresalir por encima de los demás. En este tiempo de tanta famosa guerra por el talento, es importante que no te quedes a las puertas de lo que podrías conseguir.
Es tu proceso de selección, así que deberías pronunciarte. Hay que dejar de pensar que solo tiene voz la empresa. Sí, lo sé, vas a decirme que ellos han puesto la oferta y que son ellos quienes seleccionan. Cierto, en parte. ¿Acaso tú no tienes nada que decir? ¿Te da igual donde trabajes? Ahí está la respuesta. Más allá de que en algunas ocasiones, la necesidad nos hace decir que sí a trabajos que quizás en otros momentos rechazaríamos, tú tienes mucho que decir.
Ser el candidato idóneo es creérselo, mostrar tus ganas antes, durante y tras la entrevista. Y demuestra de verdad cómo te importa ese puesto de trabajo. Quédate con la persona que estás hablando, quien te entrevista y mantén contacto, escribe o llama, para conocer el avance del proceso y mostrar tu interés en esa organización.
No has preguntado
Ir a una entrevista de trabajo significa que te van a preguntar y que vas a preguntar. Así de sencillo. Solo que muchos candidatos creen que va solo de responder. Es importante que prepares algunas preguntas que les demuestre que quieres de verdad conocerlos, saber si es la organización que quieres y mostrar seguridad en lo que quieres y necesitas.
Ser el candidato idóneo es ser capaz de equilibrar la balanza. Se trata de mostrar lo que es importante para ti y no hacerles perder tiempo ni perderlo tú. Si no lo haces, posiblemente otros hayan analizado la empresa antes de la entrevista, hayan entendido mucho mejor por qué ellos encajan, hayan preguntado y hayan dejado claro a la organización hasta qué punto ellos saben por qué encajarían.
No han conectado contigo
Quizás esta es la razón que más cuesta de aceptar. A nadie le sienta bien que le digan que no en cualquier circunstancia. Pero cuando crees que conoces el puesto de trabajo, que tienes experiencia en las funciones y tienes el título que se supone que piden, parece increíble que te digan que no. Hay mucho más allá de una oferta y unos requisitos. Se llama cultura y hay que conectar con ella para poder ser el candidato idóneo.
Conectar es conocer cómo es esa empresa, entender sus formas de trabajar y compartir valores. Si conoces como son, si te has lanzado a buscar información sobre ellos, has leído su web, has preguntado a personas que trabajan o han trabajado ahí, si entiendes qué tenéis en común, te encargarás de que ellos también vean esos puntos de conexión. De lo contrario, posiblemente ellos sí vean por qué no conectáis.
Es importante cuidar el proceso de selección, estés en el bando que estés. ¿Serás el candidato idóneo del próximo proceso en el que participes?
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