Cuando vas a una entrevista de trabajo, hay una serie de temas que parece que todavía causan debate. A las dudas y nervios de presentarte, se le juntan la inseguridad sobre el famoso tema del salario. ¿Qué decir? ¿Qué preguntar? Recursos Humanos tiene que mostrar transparencia en todo lo que hace referencia al proceso. Y sí, si hablamos de salario, también.
El salario es uno de los factores que actualmente ayudan, y mucho, a tomar una decisión. Aunque somos conscientes de que empiezan a haber otros aspectos que son muy determinantes a la hora de decantarte por un puesto de trabajo, el salario está aún en el podium. Negociar el salario es uno de los aspectos clave del proceso de selección.
Negociar el salario
Cuando la persona que te está entrevistando suelta eso de “¿Cuáles son tus expectativas salariales?” empiezan las caras de póquer. A las organizaciones, esta información les ha servido para cribar, para tener un espacio por donde moverse con los candidatos. Ellos han marcados sus márgenes y han determinado qué querían pagar. Pero han jugado sus bazas con esto. Y muchas veces, no de manera muy limpia. Si queremos que alguien venga a trabajar a nuestra organización, ¿cómo esperamos que lo haga si no le damos toda la información que podría ser relevante para saber si le interesa?
Al final nos juntamos con dos bandos donde empieza el juego de ver quién empieza diciendo algo y qué cantidad, como si de una manga de póquer se tratara. Lo cierto es que cuanto más se alargue ese juego, menos transparencia. Esto es como cuando conoces a una pareja. ¿Quieres saber la verdad o quieres ir jugando a ver cómo vais adivinándoos el uno al otro? Es como una relación de verdad. A la larga, necesitas claridad para saber de qué va todo. Negociar el salario es algo complejo si no tienes delante a alguien que juegue a este juego de la misma manera.
Vamos a tratar de obtener toda la información posible y vamos a aportar nuestra verdad. La que consideramos que valemos, la que merecemos.
¿Puedo preguntar por el sueldo en una entrevista de trabajo?
Por supuesto que puedes preguntar. Igual que ellos tienen el mismo derecho de hacerlo. Lo importante en todo momento, es la transparencia. Si la organización quiere contratar a alguien debe tener unas bandas salariales estipuladas. Y debe buscar perfiles que encajen en ellas. Pero para ello debe ser consciente de lo que valen realmente no solo en el mercado esos perfiles. Hay que tener en cuenta los aportes de valor que cada candidato pueda sumar a la organización.
Debes preguntar el salario, porque imagina que tras varias entrevistas te ofrecen mucho menos de lo que tú tenías en mente. Si está por debajo de tu mínimo, va a ser decepcionante. Es probable que la organización no quiera ofrecer esa información, que por otro lado ya es información para ti, que por lo menos te sirve para ver cómo valoran ellos ese aspecto. Están aprendiendo que es mejor atraer talento que reclutarlo.
¿Cómo contestar a preguntas sobre el sueldo en una entrevista?
Te vas a encontrar mil consejos sobre esto. No ser claro, no decir qué quieres a la primera. Dar márgenes altos para poder negociar. Normalmente van en la línea de ser el que muestra sus cartas tras conocer las del otro. Si sucede al revés, te pones en el lugar de no saber y a la espera de que la empresa te informe de si estás o no dentro de sus márgenes, por lo tanto de si sigues o no en el proceso. Difícil respuesta.
Mi consejo para hablar de salario: hay que saber muy bien cuáles van a ser tus funciones, qué experiencia aportas, qué conocimientos tienes y mucho más importante, qué valor añadido van a tener contigo. Esas son tus bazas para entender qué vales. Mira en el mercado, analiza perfiles similares y busca aquello que te diferencia para poder agregar cierto margen. Aquí tienes un importante factor sobre el que te puedes apoyar para defender el margen que vayas a proponer. Debes enfocarte no solo en lo que has hecho similar, sino en todas aquellas competencias y valores que te hacen destacarte por encima de otros candidatos. Y eso, tiene valor porque vas a ayudarles a perseguir los objetivos de la compañía.
Ten claro esa banda en la que sí entrarás a negociar y marca tus mínimos, aquella cantidad por la debajo de la cual, no harías ese trabajo. Lo importante es que te muestres convencido y seguro de ti mismo. No puedes mostrar dudas porque eso puede hacerles dudar a ellos. Y hablar de márgenes siempre te ayudará más que si dices una cantidad fija. Te permitirá negociar.
Cuando realmente quieres ese puesto, existe el miedo de dar una cifra que está por encima de lo que la empresa se había marcado. O peor, dar una por debajo de la que ellos habían decidido como punto de partida, y parecer no estar a la altura. La mejor respuesta es aquella que quiere oír el que tienes delante. Por eso no hay respuestas correctas. Se trata de conectar con el que te está entrevistando. Y para eso, debéis compartir información y ambas partes tener claros los mínimos del otro.
Es verdad que en algunos casos, hay vacantes que se van diseñando con el mismo proceso. Las organizaciones no siempre tienen claro todos los aspectos del puesto. A veces es de nueva creación o hay cambios internos que marcan nuevas direcciones. En estos casos, muchas veces las empresas tratan de conocer a los candidatos para ver de qué manera pueden valorar todo lo que aportaría cada uno y valorar así posibles márgenes.
En todo caso, lo importante es saber lo que vales y estar seguro de ello. Las organizaciones han de poder ofrecerte la misma información, pero mientras, muéstrate flexible en los márgenes que tú si les hayas comunicado.
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