Cómo y cuánto debemos dormir para ser mejores en el trabajo

Para realizar nuestro trabajo de forma adecuada y correcta, es necesario que descansemos bien. La parte más importante de nuestro descanso diario son sin duda las horas que dedicamos a dormir. Dormir el número necesario de horas y que además esas horas de sueño sean de calidad, será fundamental para nuestra productividad. Las horas de sueño marcan el estado anímico y la capacidad de concentración durante el día.

Cuánto debemos dormir para ser mejores en el trabajo

Es cierto que vivimos en una sociedad en la que nos invaden las prisas y el estrés, y esto también se traslada al mundo laboral, que cada día nos exige más y más rápido. No obstante debemos tener la capacidad de desconectar y descansar de una manera efectiva para al día siguiente poder estar preparados para afrontar nuestro trabajo.

Según la Organización Mundial de la Salud las horas de sueño recomendadas para un adulto son entre 7 y 8. Lo normal es que un adulto que esté sano duerma un promedio de 8 a 8 horas y media . Para un adulto de entre 26 y 64 años, el número de horas de sueño ideal estaría entre 7 y 9 horas, aunque existe un intervalo aceptable de entre 6 y 10 horas.

En general en España, la calidad del sueño es algo precaria, pues según algunos informes, dormimos poco y tenemos por costumbre trasnochar. Una de las razones de este hecho, cuyo debate sobre si cambiarlo o no está a la orden del día, es nuestro huso horario.

El Centro de Investigación del Sueño (CIS) de la empresa Flex realizó en 2016 un análisis exhaustivo sobre este problema. A nivel europeo, se demostró que los españoles dormimos unos 40 minutos diarios menos que el resto de europeos.

Cómo debemos dormir

Uno de los grandes enemigos del descanso y de la calidad del sueño, es el estrés. Estrés por trabajo, por la familia, pareja, amigos. Hay muchas situaciones que generan estrés, incluso aunque no notemos que lo estamos padeciendo, e influye de manera negativa en nuestro descanso.

En el momento en el que nos metemos en la cama para dormir, nuestro cuerpo debe estar relajado, sin tensiones, sin altos contenidos de azúcar, alcohol o cafeína y sin el estómago lleno. De la misma manera nuestra mente también debe estar relajada, si estamos preocupados por algo, dando vueltas a temas del trabajo, el cerebro continúa activo y por tanto no entiende que haya que ir a dormir.

Mantenerse físicamente activo cada día haciendo algún tipo de ejercicio bien sea caminar, correr o nadar, nos aportan beneficios clave de cara a obtener un sueño reparador; cuando estamos cansados nos dormimos más rápido y mejor.

Otra de las cosas que debemos hacer para dormir bien es establecer unos horarios y una rutina: Para conseguir dormir bien necesitamos organizar nuestro sueño y hacerlo de forma responsable. Hay que procurar irse dormir a la misma hora cada día y despertarse también a la misma hora, siempre que sea posible.

Otro de los grandes enemigos para un buen descanso por la noche son las siestas largas. La siesta, que es algo tan español y tan bueno, porque no decirlo, debe ser moderada. Unos veinte minutos de siesta son suficientes para descansar un rato cuerpo y mente, y nos dará energía para continuar el día; las siestas más largas pueden influir en que durmamos menos por la noche.

Beneficios del sueño

En el blog de la Fundación española del corazón podemos encontrar los beneficios que nos aporta el dormir bien, y entre ellos quiero destacar dos:

Mejora la memoria: Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

Protege el corazón: Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta.