Que las organizaciones han sufrido un importante revés y que estamos todos aún recuperándonos de lo que sigue sucediendo es un hecho. Que Recursos Humanos es el área que está gestionando el liderazgo tratando de lidiar y gestionar con el mayor impacto que hemos vivido en las últimas décadas, también. Estamos ante una situación en la que quien ha sufrido son las personas, por delante del profesional, y ahí RRHH es quien está marcando la diferencia.
Nuevo escenario, nuevo liderazgo
La situación vivida por el Covid-19 nos ha empujado a una nueva crisis, económica y social. Ahora debemos enfocarnos un liderazgo que entienda qué tipo de escenario vamos a tener que movernos dentro de las organizaciones. Porque esto no es un parón y seguimos que no ha pasado nada, se trata de una transformación constante en toda regla. Aun teniendo en cuenta la famosa curva de la recuperación que aún nadie sabe qué forma tendrá, esto nos va a llevar mucho tiempo.
La estrategia es cosa de RRHH
Recursos Humanos está a la cabeza de este liderazgo, encontrando la solución, porque esto va de personas. Todas las áreas que gestionan equipos lo tienen en cuenta, pero hay que repensar nuevas formas de trabajo, las relaciones y cómo gestionamos al equipo, es cosa de RRHH.
Si teníamos que tomar las riendas para liderar esa transformación de una vez, es el momento. Es clave que entendamos de qué manera RRHH es actualmente el área más estratégica de la compañía, por lo tanto, debe ir de la mano con la Dirección, de manera que no se trate de políticas aisladas. Es en esa alianza donde realmente se construye la cultura.
¿Por dónde empezar?
Este año nos está permitiendo demasiados parones que evidencian los retos que debemos asumir y lograr. Pero hay que plantearse qué factores debemos analizar para empezar a liderar esa transformación en las relaciones existentes en la organización.
El cambio es algo que cuesta, pero parece que en Recursos Humanos se acoge difícilmente y cuesta aceptarlo. Pero debemos tomar las riendas y tener en cuenta algunas cosas que podemos hacer para ser realmente el pegamento que la organización necesita, ahora y siempre.
Re Onboardings
Si ya es algo de chiste en algunas empresas lo del On Boarding, puede sonar a extraterrestre lo de hacer re On Boarding. Pero es importante entender qué significa. Estamos hablando de plantillas que durante meses han estado en casa, donde no ha habido más contacto que durante las video conferencias y por teléfono o mail. Hay que trabajar en un proceso de re acogida, el teletrabajo puede convivir, pero el equipo debe sentir más que nunca, que no importa donde trabajen, tenemos que estar mucho más presentes.
Es responsabilidad de Recursos Humanos, mantener el liderazgo y velar por el bienestar de las personas, de que se sientan vinculadas y que una cosa es facilitar el teletrabajo, y la otra es que haya desvinculación.
Vínculos, la base
No hay vínculos sin contacto. La persona no es un ente aislado, tiene un entorno que cuida su área personal. La organización no puede permanecer ajena y debe trabajar por proteger y fomentar que las relaciones sean realmente lo más importante para conseguir cualquier tipo de objetivo. No hay vínculos honestos sin conectar. Y eso llega cuando cuidamos a las personas, cuando nos preocupamos por lo que les sucede y estamos ahí.
Las personas funcionamos de una manera u otra en función de la sensación de bienestar que sentimos. Si fomentamos eso, su satisfacción será mayor y por tanto también su compromiso.
Digital sí o sí
Muchas organizaciones decían eso de “nosotros no podemos teletrabajar”. Y llegó el confinamiento y se instaló la realidad, sí se pudo. Pero hemos visto como algunas empresas han tenido más dificultades que otras a la hora de adaptarse a una situación que no habrían previsto.
O somos digitales o somos digitales, vamos que no queda otra alternativa en este tipo de liderazgo. En muchas ocasiones el equipo es digital y no lo es la organización. Hay que habilitar herramientas y no solo permitir, sino fomentar el desarrollo de las competencias digitales necesarias para convivir en esta nueva situación. Comunicación, organización, gestión de proyectos y en definitiva facilitarnos la vida. De eso se trata, porque la tecnología está para que nos apoyemos y podamos centrarnos en las relaciones, que, de lo complejo, ya se encarga ella.
Si hay que teletrabajar o tirar adelante iniciativas que fomenten el Smart working, hay que invertir en formación y en recursos para que sea realmente efectivo. No sirve de nada decir que somos muy modernos, si en nuestra cultura existe tecnología que no va acompañada de la mentalidad adecuada.
Soft skills
Sí, las soft skills son ahora el rey. Las competencias estrella son ellas, las que nos van a ayudar con el equipo. Sin ellas, vamos a tener más dificultades para conseguir los objetivos de la compañía. Tener competencias técnicas es esencial para desarrollar con éxito un rol, pero las soft skills, son habilidades transversales. Esto nos aporta mucho más porque podemos ser exitosos en muchas más áreas. Se benefician el liderazgo, la gestión de personas, la comunicación, la gestión de conflictos, la toma de decisiones y muchas otras situaciones.
Gestión de equipos
El buen liderazgo aparece en los equipos de forma natural, cuando la sinergia permite que todo fluya. La adaptación a estos nuevos entornos forma parte del líder ha de gestionar a un equipo que puede que esté cerca físicamente o no. No es fácil cuando las reuniones y los proyectos han sido gestionados presencialmente juntos. Pero la realidad y la actual necesidad es que debemos ser capaces de gestionar equipos dispersos físicamente.
No olvidemos que la gestión de personas no es dar órdenes para que se ejecuten. Eso lo sabe hacer cualquiera. Liderar es mucho más y como siempre digo, si existe un buen profesional, es porque antes hay una buena persona. Y eso se demuestra con la acción. La empatía, la inteligencia emocional, la comunicación, la escucha activa, etc, son más necesarias que nunca en las relaciones humanas.
Relaciones de verdad
A veces nos olvidamos de que las organizaciones sin personas serían simples edificios. Si algo funciona es por el buen hacer de las personas. Las relaciones son la esencia del éxito de una compañía. No es fácil trabajar en un entorno que no facilita el contacto humano, que no genera un espacio donde las personas se puedan comunicar, dialogar y cuidar los vínculos. Sin éstos, es mucho más difícil que la organización consiga nada exitoso que perdure.
Lo sucedido aumenta la necesidad de mirarnos más, de escucharnos y de esta más cerca aun no teniéndonos al lado. El apoyo de los compañeros, del resto del equipo es primordial en situaciones que generan cohesión. Primordial fomentar una fluida comunicación, la transparencia por parte de la organización y que todo el equipo vaya a una. Nuestro primer cliente es el cliente interno: nuestro empleado.
Es el momento de nuestro liderazgo, de mostrar qué es lo importante y de cuidar los vínculos, a las personas.
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