Muchos datos confirman las enormes tasas de desempleo y otros estudios también demuestran que decrecen los ingresos de los empleados. Aunque parece claro que no es necesario más que mirar a nuestro alrededor para saberlo.
En busca del profesional “bueno, bonito y barato” entre una bolsa de demandantes dispuestos a dar más por menos, aceptar condiciones inferiores a su nivel, asumir menor sueldo y sin siquiera exigir estabilidad. Suficiente con encontrar algo parecido a lo que nos dedicamos o queremos dedicarnos. Y encima ser el mejor en lo que hacen. Expertos a precio de saldo.
La alarma es la certeza de que no invertir en selección de personal puede disminuir las competencias de una compañía. Utilizando sólo selección interna, se puede empobrecer el crecimiento.
Hay varias maneras de no incurrir en grandes costes y poder mantener políticas de selección fuertes, por ejemplo utilizando las redes sociales para filtrar candidatos, donde encontramos una base sólida de perfiles que además transmiten las ofertas a mayor velocidad.
Otro foco serían los conocidos de empleados internos, con ventajas en cuanto a que conocerán mejor la empresa y tendrán una información de primera mano que ayudará en las entrevistas previas, así como generador de buenas referencias y mejores compromisos.
Hay un componente de temor en muchos directivos y responsables de RRHH a asumir algún tipo de riesgo o alejarse de métodos más tradicionales, instándoles en muchas ocasiones al inmovilismo y parálisis, antes de asumir riesgos imprescindibles para avanzar, y teniendo en cuenta la necesidad de modernización de estos métodos parece incluso favorable la obligación de afrontar cambios.
Sería muy interesante que por obligación se tengan que utilizar los medios virtuales que tanta distancia marcan entre la innovación y adaptación al mundo actual.
Afortunadamente frente a los que temen introducirse en las redes sociales y la contratación 2.0, y que tanta alergia les produce términos como el “employer branding” los medios en red serán el final de todos los procesos de contratación en un tiempo ya más cercano.
En todo caos hay un escalón más hacia el éxito, y pretender abaratar sin creatividad y sin participar de la columna vertebral de las comunicaciones es ilógico.
Así que ya está cerca el momento en que menor coste no significará menores sueldos, sino selección más ágil y contratación más eficaz y rentable.
Ximo Salas: Reclutamiento 2.0 ¿existe o es un mito?
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