La comunicación entre abogado y cliente es fundamental por muchos motivos. Ante todo, tienes que tener en cuenta que el cliente que ha decidido confiar en ti es lo más importante, ya que sin él tu trabajo no existiría. Además, una correcta comunicación redundará en una mayor confianza en el futuro. Por otro lado, el contacto fluido y constante con el cliente hará que su pretensión o el proceso judicial que se inicie se haga en las mejores condiciones.
¿Qué técnicas de comunicación poner en marcha para que esta sea efectiva?
El Máster de Acceso a la Abogacía incluye en su programa una serie de técnicas de comunicación, así como derechos y obligaciones entre las partes. No obstante, te animamos a que continúes leyendo, ya que te vamos a facilitar una serie de pautas para optimizar el diálogo y, además, para que este sea lo más efectivo posible.
Digitalización
La pandemia que ha marcado nuestra vida desde marzo del pasado año ha supuesto un cambio en numerosos aspectos de la sociedad tal y como la conocíamos. Las videollamadas, las reuniones virtuales y un mayor uso en los numerosos canales de comunicación han supuesto una nueva forma de comunicarnos. Además, la presencialidad ha pasado a ser una opción.
Por todo ello, si eres abogado es recomendable que el cliente sea capaz de ver y de aceptar que ya no es necesario acudir al despacho de forma diaria para conocer el estado de su pretensión o demanda. La efectividad también se puede conseguir a través de otros canales de comunicación, como el teléfono o el correo electrónico.
Que el cliente conozca que puede tener contacto contigo a través de otros medios de una forma rápida, sencilla y eficaz hará que la comunicación entre vosotros sea más fluida y, además, más constante. Este hecho es importante, ya que en muchas ocasiones el cliente acudirá a tu despacho y no podrás atenderlo o no lo harás de la forma en que a ti te gustaría.
Empatía emocional
La empatía emocional o la inteligencia emocional es, sin duda alguna, uno de los factores más importantes a tener en cuenta para que la comunicación con el cliente sea positiva. Ten en cuenta que cuando una persona cruza la puerta de tu despacho es debido a que tiene un problema. Por lo tanto, necesita comprensión y atención por parte de quien está al otro lado. Es decir, que alguien se ponga en su lugar ante un divorcio, un despido o un accidente de tráfico.
En base a ello, te recomendamos poner en práctica las siguientes pautas para conseguir ser empático:
- Reconoce tus virtudes y defectos en ciertas áreas de tu personalidad, ya que así vas a potenciar tu relación con el cliente y, por lo tanto, el servicio que prestes será de máxima calidad.
- Actúa con honradez y seriedad, pues es lo que buscan la mayoría de clientes y es como tiene que ser, por otra parte. Informa a los clientes de la viabilidad de su petición, del tiempo y del coste aproximado, así como de las acciones a llevar a cabo. Este hecho también te evitará todo tipo de problemas y confusiones con el cliente.
- Transmite sensaciones positivas, es decir, un cliente no busca que un profesional le indique lo que es correcto y lo que no. Por ello, evita poner cualquier tipo de etiqueta en la relación que quieres crear, ya que, de lo contrario, tu imagen humana se disipará.
Gestión del tiempo
Gestionar el tiempo es crucial para cualquier persona con obligaciones profesionales. No obstante, en un letrado esta tarea adquiere mayor relevancia. Esto es así ya que normalmente los volúmenes de trabajo son altos y, por consiguiente, los clientes también. El hecho de abarcar demasiado trabajo hará que tus defendidos no sean atendidos correctamente o que sus horas de atención se vean retrasadas.
En base a ello, organiza tu agenda de una forma realista y distribuye los tiempos según tu jornada de trabajo, no dedicando más tiempo a cada tarea del estrictamente necesario. De lo contrario, no reservarás a cada caso y a cada cliente el tiempo que se merecen. Por ejemplo, si durante toda la mañana vas a estar reunido con otras personas, te recomendamos que hagas una estimación real del tiempo que vas a estar con cada uno de ellos.
En cambio, si no dispones de mucho tiempo, es aconsejable que tengas capacidad de síntesis para realizar resúmenes breves, concisos y directos de tus entrevistas, de las dudas que puedan surgir y de resaltar lo importante en cada caso.
Los clientes siempre prefieren a un profesional que les informe correctamente de todo y en un tiempo prudencial, antes que a uno que no facilita la información idónea o que lo hace a destiempo.
Escucha activa
Escuchar activamente es otro de los pilares que deben sustentar la relación entre abogado y cliente. Las personas que acuden a un despacho de abogados necesitan a un letrado que las escuche de forma activa, es decir, mirando a la cara y a los ojos y prestando interés en la problemática existente.
El letrado tiene que entender a la perfección lo que el cliente está explicando y, para ello, tendrás que hacer preguntas, hecho que denotará interés y empatía con tu futuro representado. Para ello, es importante que no mires el reloj, que el teléfono móvil esté en silencio y que nadie os interrumpa en la visita.
Además, este tipo de escucha te hará ver desde el principio cuáles son los intereses de tu cliente y, además, ya podrás comenzar a diseñar la estrategia de defensa a seguir.
Recuerda también que un cliente satisfecho con el servicio prestado, con el procedimiento llevado a cabo y con el resultado será un cliente para siempre. Estamos seguros de que, con toda probabilidad, te recomendará o acudirá nuevamente a ti cuando tenga un problema.
En conclusión, la comunicación entre abogado y cliente es fundamental para que el procedimiento se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles. No obstante, si quieres aprender más, no dudes en inscribirte al Máster de Acceso a la Abogacía.
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