No hace falta decir que la calidad es vital para una empresa de éxito. Pero si todavía tienes dudas o no entiendes claramente el papel que desempeña la gestión de calidad en una organización, sigue leyendo, porque hoy explicaremos lo que queremos decir con calidad y por qué creemos que debería importarte. ¡Allá vamos!
¿Qué es la gestión de calidad?
La calidad trata de hacer que las organizaciones se desempeñen para sus grupos de interés, desde la mejora de productos, servicios, sistemas y procesos, hasta asegurar que toda la organización esté en forma y sea efectiva.
Administrar la calidad significa buscar constantemente la excelencia: asegurarse de que lo que hace tu organización sea adecuado para su propósito, y no solo se mantenga de esa manera, sino que siga mejorando.
Hay mucho más en la calidad que simplemente fabricar productos sin ningún defecto o hacer que los envíos se ejecuten a tiempo, aunque esas cosas son ciertamente parte de la imagen.
Lo que la calidad significa para una organización es, en última instancia, una pregunta para las partes interesadas. Y por partes interesadas nos referimos a cualquier persona que tenga interés en el éxito de lo que hace su organización.
Los clientes serán el grupo de partes interesadas más importante para la mayoría de las empresas, pero los inversores, empleados, proveedores y miembros de nuestra sociedad en general también son partes interesadas. Ofrecer calidad en su organización significa saber quiénes son sus partes interesadas, comprender cuáles son sus necesidades y satisfacer esas necesidades (o incluso mejor, exceder las expectativas), tanto ahora como en el futuro.
Esto se reduce a tres cosas: una gestión sólida para definir los objetivos de la organización y traducirlos a la acción, sistemas de seguridad sólidos para garantizar que las cosas sigan su curso y una cultura de mejora para seguir mejorando.
¿Por qué deberían las organizaciones preocuparse por la calidad?
Para sobrevivir y prosperar: una gestión de buena calidad puede mejorar la marca y la reputación de la organización, protegerla de los riesgos, aumentar su eficiencia, aumentar sus beneficios y posicionarla para seguir creciendo.
La calidad no es solo una caja que debe marcarse o algo a lo que se le debe fingir. Los errores resultantes de una gestión deficiente, una garantía ineficaz y la resistencia al cambio pueden tener, y tienen, consecuencias nefastas para las empresas, los individuos y la sociedad en general. Si no mira los siguientes ejemplos:
- BP: La compañía enfrenta una factura total de £ 35bn del derrame de petróleo del Golfo de México de 2010, que dejó 11 personas muertas, el medio ambiente de la región devastado y una mancha indeleble en la reputación de la empresa.
- Volkswagen: lidiará con las consecuencias del escándalo de engaño de emisiones de 2015 en los próximos años.
- O los minoristas Tesco, Islandia, Aldi y Lidl, cuya reputación sufrió una paliza en 2013 al descubrirse que los productos de carne de ternera contenían carne de caballo.
Ninguna de estas cosas tendría lugar si se hubiera implementado una buena gestión de calidad. En este mismo blog, escribimos hace tiempo un artículo con algunos ejemplos de empresas con buena implementación de la gestión de calidad. Sin embargo, la calidad no se trata solo de la prevención de desastres: se trata de lograr grandes resultados y aprovechar las oportunidades para mejorar cada vez más.
La calidad no es solo un problema para las empresas comerciales. Cada organización tiene grupos de interés de un tipo u otro cuyas necesidades deben esforzarse por cumplir, y de eso se trata finalmente la calidad.
¿A qué se aplica la calidad?
Se aplica a todo. Cada producto, servicio, proceso, tarea, acción o decisión en una organización puede ser juzgado en términos de calidad: qué tan bueno es, si es lo suficientemente bueno, ¿cómo podemos mejorarlo?
¿Cómo logran las empresas la calidad?
En primer lugar, la alta dirección debe comprometerse con la calidad. Una vez que sea así, hay tres cosas que respaldan una gestión de calidad exitosa: una gestión efectiva que defina los objetivos de la organización y los traduzca en acción, sistemas de seguridad sólidos para garantizar que las cosas sigan su curso y una cultura de mejora para seguir recibiendo mejor.
Cuando se trata de administrar la calidad, hay mucha ayuda disponible. Los profesionales de calidad utilizan numerosos métodos, métricas, herramientas y técnicas. En el corazón de todos ellos se encuentra el foco en las partes interesadas, los procesos sólidos, el liderazgo fuerte y la mejora continua.
Los sistemas de gestión definidos por estándares internacionales como ISO 9001 (para sistemas de gestión de calidad), ISO 14001 (para sistemas de gestión medioambiental) y la próxima ISO 45001 (para sistemas de seguridad y salud laboral) ayudan a las organizaciones a gestionar la calidad de manera eficaz. Cada vez más organizaciones están reuniendo estos diversos sistemas para crear sistemas de gestión integrados.
En EIPE queremos ayudarte a lograr una gestión de calidad a través del Master en Gestión de Calidad con el que obtendrás el reconocimiento profesional, el desarrollo, el intercambio de conocimientos y el networking necesario para impulsar tu carrera a lo más alto. ¿A qué esperas?
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