Estamos a punto de comenzar el periodo de verano donde multiplicaremos los desplazamientos por carretera, ya sea para disfrutar de las vacaciones, como para usar una segunda residencia en otra zona desde donde nos desplazaremos para trabajar, por lo que es una buena ocasión para recordar el comportamiento que debemos tener en caso de accidente o avería en carretera. Un tema de vital importancia en materia de seguridad vial.
Hay que recordar que quienes se vean implicados en un accidente o lo hayan visto, están obligados por ley a ofrecer auxilio a las víctimas, y prestar su colaboración hasta que la zona sea segura y se haya aclarado lo sucedido.
Fases de la mortalidad de un accidente de tráfico
Para situar nuestro campo de acción os hablaremos de la llamada “hora de oro”, que distribuye en 3 fases la mortalidad de un accidente de tráfico:
Primera fase: Los primeros minutos
Los primeros minutos del accidente, donde evitar la muerte en las lesiones graves que se producen es casi imposible. Suponen casi un 10% de los fallecidos.
Segunda fase: Tiempo entre la primera y segunda hora
El tiempo entre la primera y segunda hora después del accidente, es donde se producen casi el 75% de los fallecidos, franja de tiempo vital ya que el número de fallecidos podría descender si se consigue una atención rápida y efectiva.
Días o semanas después del acciente
Casi siempre por complicaciones tras el tratamiento recibido inicialmente, y son aproximadamente el 15% restante de los fallecidos.
De aquí la importancia de conocer las normas de actuación en caso de accidente, para ayudar de manera adecuada y en la medida de nuestras posibilidades a los heridos, y muy importante también, para evitar situaciones peligrosas que en muchas ocasiones acaban con un segundo accidente sufrido por las personas que estaban auxiliando y nuevos vehículos no implicados en el primero de los accidentes.
Cómo actuar ante un accidente: Regla PAS
Proteger
Lo más importante es conseguir que el lugar del accidente sea un lugar seguro en el que poder atender a los heridos, y además así evitar ser víctimas de un nuevo accidente:
- Detener nuestro vehículo en un lugar seguro.
- Usar el chaleco reflectante para poder ser visto desde mayor distancia.
- No usar la calzada si no es imprescindible.
- Señalizar adecuadamente la zona con los triángulos de pre señalización, luces de emergencia o alumbrado para ser vistos.
- Observar los peligros de la zona (riesgo de incendio, manchas de aceite, restos de los vehículos, cristales, etc).
- No sacar a los heridos de los vehículos (salvo que la situación lo requiera de manera clara, porque el vehículo está ardiendo, por ejemplo), ni retirar el casco en el caso de que el accidentado sea un motorista, ya que como norma general se ha de evitar la movilización de los heridos.
Avisar
El siguiente paso consiste en avisar a los servicios de emergencia (teléfono centralizado 112 en España y en varios países europeos), donde lo más importante es mantener la calma para poder ofrecer todos los datos posibles del accidente al operador.
De esa primera información que seamos capaces de transmitir va a depender la decisión que se tome para poner en marcha el sistema de emergencias, y en muchos casos, la supervivencia de los heridos:
- Localización lo más exacta posible del accidente.
- Número de heridos y su situación a primera vista: si respiran con dificultad, si se ven heridas graves, si están atrapados dentro del vehículo, si están conscientes, etc.
- Número de vehículos implicados, y de qué tipo son (por ejemplo, si transportan mercancías peligrosas).
- Identificación de la persona que ha llamado y de su teléfono para el posible posterior contacto de nuevo por parte de los servicios de asistencia.
Esta información permitirá evaluar qué servicios acudirán al lugar del accidente, y en qué número para poder asistir a los heridos.
Socorrer
Es muy importante recordar que en caso de no estar seguros de cómo actuar de para socorrer a los heridos, es preferible esperar la llegada de los equipos de emergencias, por lo que salvo que tengamos conocimientos médicos adecuados, nuestra labor debe consistir en:
- Determinar los que parecen heridos más graves para informar a los servicios médicos.
- Tranquilizar a las víctimas y estar a su lado.
- No mover a los heridos salvo que sea estrictamente necesario, ni retirar el casco a los motoristas, ni darlos agua o medicamentos.
- Proteger al herido con una manta o ropa para evitar la pérdida de temperatura corporal
Eduardo Gómez-Pinto Fernández, Director de proyectos de seguridad vial de la Fundación Pons y Tutor del Master en Tráfico, Movilidad y Seguridad Vial
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