Si hace unos días desde este mismo medio anunciaba la actitud de las grandes compañías eléctricas en este país sobre los famosos más de 3.000 millones de euros que el Ministro de Hacienda retiró de los Presupuestos Generales del Estado, tal y como ya se había comprometido muy diligentemente el Señor Soria, y el órdago que lanzaron sus máximos dirigentes a la necesidad de subir el precio de la energía eléctrica en más de dos dígitos en la próxima subasta CESUR, en esta ocasión vuelvo a destacar las palabras del afamado Ministro del ramo energético, el cual ofreció de manera sorprendente a las grandes empresas eléctricas avalar la cuantía anterior a través del Gobierno, siempre que se comprometan a no subir el precio de la luz en más de un 12%. ¿Pero en qué país vivimos?. Esto sucedió tras la visita del Ministro al Comisario de Energía hace unos días el cuál le llamó para dar explicaciones sobre la reforma energética y cómo ésta trata a las energías renovables para cumplir con los objetivos europeos.
No logro entender cómo cinco empresas pueden acorralar de la manera en la que lo están haciendo a todo un país, cuando en el ordenamiento jurídico nacional hay instrumentos legales, más que de sobra, para controlar las subidas en el precio de las subastas. Hago una reflexión sobre este hecho, y es que a las energías renovables se las está analizando el coste de generación, no es la primera vez, a través de dos empresas asignadas «a dedo» para que lo hicieran (aunque esto está puesta en duda la legalidad de la adjudicación, y es que las malas lenguas dicen que además van a tener que ayudar al Gobierno en las demandas impuestas por fondos de inversión extranjeros contra el Gobierno por la reforma energética), mientras que las grandes eléctricas siguen ganando millones de euros todos los días ofertando precios de producción del kWh por debajo de lo real sólo para poder ser vendidos en el mercado diario, a sabiendas de que su coste real de producción más los beneficios empresariales se encuentran por debajo del ingreso que reciben. ¿Es esto lícito?. Desde este medio ya lo he denunciado en más de una ocasión, lo seguiremos haciendo.
Yo no me creo eso que dice la noticia de que «a sabiendas de que su coste real de producción más los beneficios empresariales se encuentran por debajo del ingreso que reciben», si esto fuese así, los costes no serían reconocidos, sino auditados. Si fuese cierto, ¿para qué ocultar los costes reales de producción? Se lo ha pedido numerosas veces la CNE y la Comisión Europea ha hecho lo mismo, pero ellos siguen sin hacerlo, por algo será digo yo.
Daniel, ¿pero cómo te vas a creer semejante afirmación, viniendo de quién viene?. Lo que está claro es que hay dos varas de medir: régimen especial (al que se pide todo, desnudo de costes, de beneficios, etc.), mientras que al régimen ordinario no se solicita nada de nada. ¿Es esto justo?. Desde mi punto de vista en absoluto. Ésta sería una reforma en condiciones.