Cada vez más empresas emprenden la aventura de hacer un vídeo corporativo con el que captar nuevos clientes en el mundo digital y retener los que ya tenían.
Sin embargo el resultado, en la mayoría de ocasiones, suele ser especialmente soporífero o, directamente, insulso.
No es fácil mezclar trabajo con creatividad y, además, dotar a ese producto de un mensaje coherente e interesante para el público.
Por eso es necesario crear estas producciones con inteligencia y con conocimientos específicos.
Y es que los profesionales del sector apuntan a que este tipo de recursos consiguen crear una mayor sensación de cercanía con tus propios empleados y con tus clientes potenciales.
Por lo tanto, no es solo algo que funcione de cara al exterior, sino que también ayuda a que los profesionales que trabajan contigo comprendan mucho mejor la visión general de la empresa, sus objetivos y de qué manera trabajar dentro de la misma.
Cómo hacer un vídeo corporativo
Estos serían algunos puntos sobre los que trabajar para su elaboración.
Que sea creativo
Puede que te interese mencionar los sofisticados procesos de elaboración y de trabajo de tu marca, pero una presentación con esas características solo va a entorpecer la labor comercial que tratas de lograr en esa pieza audiovisual.
Esto no quiere decir que debas renunciar a contar lo que haces.
Más bien debes tratar de presentarlo de una manera atractiva.
¿En qué se traduce esto? Pues, principalmente, en que tienes que arriesgar un poco con el formato o la presentación del contenido.
No te quedes en el terreno seguro de lo ya elaborado porque eso, generalmente, se va a traducir en inefectividad.
Esto no quiere decir que produzcas una pieza propia de las vanguardias, sencillamente que, para destacar entre la competencia, tendrás que llamar la atención.
Apostar por la diferenciación
Esta clase de vídeos están pensados para presentarte ante tus clientes y, por ende, diferenciarte de tu competencia.
Esto quiere decir que, antes de ponerte a grabar, tendrás que meditar profundamente sobre aquello que te interesa expresar y la forma en la que planeas presentarte de un modo opuesto a tus competidores.
En un buen máster en marketing online te explicarían que esto se hace pensando en los fuertes que tiene tu empresa.
El producto, el precio, el trato… Y encontrando ahí los elementos más punteros y atractivos con los que presentarte ante el público.
Para que, de esta manera, se te reconozca precisamente a partir de dichos puntos.
Contar con profesionales
Un vídeo corporativo está a una línea de ser un vídeo casero si no cuentas con los profesionales adecuados.
No solo tienes que encontrar una productora audiovisual con gancho para realizar una buena grabación y un montaje adecuado.
También tendrías que disponer de un equipo de creativos que te ayudará a pensar un guion y a poner en valor qué aspectos de tu empresa quieres remarcar y cuáles no.
Es decir, contar también con profesionales dentro del ámbito del marketing o de la publicidad.
Conseguir beneficios de tu vídeo corporativo
Ahora bien, ¿qué sucede si tienes un vídeo corporativo de acabado profesional? ¿Significa eso que vas a conseguir incrementar las ventas de tu empresa? No necesariamente.
Hay también otra serie de elementos sobre los que tendrás que reflexionar y pensar durante la creación de la pieza.
Vídeo corto
Piensa en un vídeo diseñado para ser compartido y para que llegue al máximo número de personas.
Esto se traduce en dos elementos fundamentales: brevedad y diseño para redes.
Tendrás que condensar toda la información en unos pocos segundos (mejor siempre que sea menos de un minuto, a ser posible) y presentarla en tus redes sociales, buscando siempre que pueda ser compartida con facilidad.
Tienes que pensar que, cuanto más alcance tenga ese trabajo, más posibilidades tienes de llegar a un mayor número de potenciales clientes.
Por lo tanto, reduce cualquier elemento innecesario en favor de la brevedad.
Cuenta una historia
Cada vez más, las empresas necesitan identificarse con valores humanos y éticos para generar un vínculo de confianza con los usuarios.
Que estos se identifiquen con el mensaje que las marcas tratan de representar.
Haz esto mismo con tu empresa. ¿Cómo? Pues contando una historia.
Es decir, utiliza elementos narrativos en el vídeo que ayuden a presentar el argumento de una manera mucho más entretenida y que, a la vez, expliquen los principales valores que tratas de poner de relieve con tu negocio.
Apostar por la interactuación
Una buena manera de presentar tu empresa y de conseguir que la gente se identifique con ella es dejándoles participar en el proceso de elaboración del vídeo.
Que salgan empleados propios, amigos o clientes puede ayudar a que todos se sientan parte de una comunidad mayor.
Puedes permitir votaciones para elaborar el guion, dejar que se manden ideas, etc.
Ten en cuenta que esto te ayudará no solo a disponer de más material con el que trabajar, sino también a conocer un poco las opiniones o las perspectivas de quienes trabajan contigo.
Por lo tanto, podrás acertar más a la hora de elaborar tus mensajes en el vídeo.
Gamificación
Consistiría en apostar por una interactividad todavía más evidente.
Hay varios ejemplos de recursos que se pueden emplear en esta línea.
Por ejemplo, dejar que el usuario o que el espectador sea quien elija el final que se le vaya a dar a la propia historia.
Esto te ayuda a que interactúen con el vídeo, que le presten una mayor atención y, en consecuencia, que asimilen mucho mejor los mensajes que hayas querido enviarles.
De esta manera, el feedback que se puede generar es mucho más potente y más efectivo.
En conclusión, un vídeo corporativo puede funcionar muy bien siempre y cuando lo pienses con calma y detenimiento.
Para ello, es fundamental disponer de los recursos adecuados.
Por ejemplo, los conocimientos que ofertamos en nuestro máster en marketing en Madrid pueden servirte como ayuda a la hora de pensar los mensajes claves que esperas colocar y la manera más efectiva de hacerlo.
¿Quieres hacer un vídeo corporativo? Te enseñamos cómo conseguirlo.
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