El otro día tuve la suerte de acudir a una jornada sobre Gestión Clínica y Profesionalización de la Gestión Sanitaria en el Colegio de Médicos de Navarra, ocasión inmejorable para escuchar cerca de casa a grandes gestores sanitarios como José Soto, Gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, o Joaquín Estévez, Presidente de SEDISA (Sociedad Española de Directivos de la Salud), entre otros.
La idea de fondo la gestión clínica y la profesionalización de la gestión sanitaria, tan castigada y desmitificada a lo largo de los tiempos, por culpa de unos y de otros. Sobre la mesa los problemas de siempre, y de los que nadie todavía ha encontrado la solución mágica: la falta de profesionalización de los gestores sanitarios y la excesiva politización de los mismos.
Las primeras reflexiones captaban nuestra atención casi al instante: “No somos magos, somos simplemente gestores”. Por lo tanto, somos profesionales que tratamos de hacer lo mejor que sabemos y podemos con las herramientas que ponen a nuestra disposición. Primera gran dificultad: es muy difícil cambiar las culturas, y la “sanitaria” está fuertemente arraigada al pasado.
Segunda gran reflexión: nos apoyamos en los logros de otros, no inventamos nada. Esto tira por tierra la cultura de destruir todo lo que hayan hecho nuestros antecesores sólo porqué sí, porque no se nos ocurrió a nosotros, otro de los males endémicos de la mala gestión. Toma por tanto aquello que ha funcionado y poténcialo para mejorarlo si cabe, pero no arrincones proyectos sólo porque no sean tuyos.
Nos encontramos ante un generación de gestores sanitarios que se están haciendo mayores (no, no lo digo yo, lo dijeron ellos mismos) y se está buscando una nueva generación de gestores sanitarios profesionales que terminen de una vez con la excesiva politización de los puestos directivos y, por consiguiente, una excesiva clientelización hacia esos que nos han puesto ahí en el cargo.
Pero no penséis que hace falta ser un superhéroe o un loco hidalgo caballero (que también) para luchar contra “estos molinos”, solo se necesitan una serie de habilidades básicas. Si en nuestra vertiente más LEAN las 5S, aquí tendríamos que hablar de las 5C de la gestión sanitaria
- Comunicación.
- Conversación.
- Colaboración.
- Cooperación.
Todo ello bien regado de la quinta C, la de Común, sentido común. No se necesita mucho más que esto. Si las aplicamos bien podremos cumplir con lo que se vino en llamar los 2 mandamientos de la gestión sanitaria: la satisfacción del paciente (gran olvidado siempre en nuestro día a día) y la implicación de los profesionales.
¿Parece fácil verdad? Pues no lo será tanto si se llevan 30 años dando la vuelta a la sartén y nadie ha terminado de solucionar la papeleta.
Al menos alivia ver que hay foros que ponen los puntos sobre las íes y que se buscan soluciones, más que culpables. A ver si cunde el ejemplo. Y por cerrar como empezamos, y aunque un mago nunca debe revelar sus trucos, aquí en nuestro MBA especialidad en Gestión Sanitaria, os contamos algunos de los nuestros para ayudaros en vuestros primeros pasos de vuestra carrera profesional como gestores sanitarios.
Iñaki González, tutor Máster en Gestión Sanitaria de IMF Business School
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