Cada persona tiene su personalidad, cada organización tiene su cultura. Pero cuando nos damos cuenta de que no conseguimos nada si no es a través de interactuar entre nosotros, somos conscientes de que existen diferentes estilos relacionales. En Recursos Humanos es imprescindible que fomentemos, no solo la comunicación sino el ser consciente de qué forma podemos mejorar la relación entre las personas. Saber cómo dirigirte a cada persona, es fundamental el buen funcionamiento de todo el equipo.
Conectar o chocarnos
¿Te has dado cuenta de que con algunas personas conectas rápidamente y con otras en cambio, es como si saltaran chispas? Si puedes salir corriendo, lo haces, pero hay veces que no podemos. Un compañero de trabajo, un jefe o incluso en la propia familia tenemos relaciones que no son fáciles y debemos ver qué lo provoca. A veces dices algo, y con una persona el mensaje es captado al instante, y con otras, la conversación se extiende hasta quizás un conflicto.
La base de todo eso está en los estilos relacionales que cada persona tenemos. Y muchas veces el conflicto o el bloqueo aparece cuando tratamos de hacer cumplir esa regla que dice: “trata a los demás como te gustaría que te trataran”. En realidad, si te fijas en el hecho de intentar que los demás se sientan como nosotros, es cuando fomentamos ese conflicto. La idea no es tratar al otro como tú querrías que te trataran, sino tratarlo como él querría ser tratado.
Si tú eres ágil en tu discurso, probablemente te pone de los nervios que el otro se ande con rodeos o que entre excesivamente en los detalles. Quizás eres cercano y te encanta dar abrazos, pero el otro no se siente cómodo y prefiere un poco de distancia. Si necesitas que te cuenten con datos las cosas, no te gustará que haya poco foco en eso.
Si te fijas, seguramente ya estás viendo algunas características y las de algunas personas que conoces. Ahí ya puedes identificar algunas diferencias, y eso nos muestra de qué manera nos relacionamos. De ahí, lo de que podemos estar hablando, pero no siempre nos comunicamos bien. Es importante conocernos bien y saber cómo es la persona que tenemos delante, para poder adaptarnos y conseguir transmitir bien el mensaje.
El Modelo Bridge
El Modelo Bridge nos presenta 4 estilos relacionales que son fáciles de recordar porque están basados en los 4 elementos de la naturaleza: Tierra, Fuego, Agua y Aire. El modelo se representa bajo 2 ejes: racional-activo y reflexivo-emocional. Todos tenemos un poco de todo, porque en algunas situaciones podemos actuar de una forma u otra. A algunas personas les puede costar más esa adaptación y para otras, es fácil. Eso suele ser debido a que el resultado del informe te informa de que eres Puro, Dual o Múltiple. Esto significa que puedes tener uno de los estilos más marcados, 2 que están muy marcados o 3 o 4 de forma similar en la misma persona.
Tierra
Si eres racional – reflexivo, posiblemente tu estilo relacional predominante sea Tierra. Seguramente eres una persona práctica, realista, analítica y prudente. Tiendes a ser formal, educado y discreto y con un elevado sentido de la responsabilidad. Seguro que valoras que haya detalles en la comunicación y utilizas la lógica para tomar tus decisiones. Te gusta que las cosas se hagan bien.
Este tipo de estilo relacional es el que aporta claridad y juicio crítico en las conversaciones. Suelen evaluar bien los riesgos a la hora de tener en cuenta las dificultades y puede ser el más objetivo a la hora de encontrar soluciones. Necesita asentar los conceptos y planifica bien el camino a seguir. Todo esto también puede llevarle a mostrarse excesivamente formal pareciendo más bien frío y duro. Puede tener dificultades para delegar y poder transmitir sus ideas de forma comprensible. Está más enfocado en la tarea que en las personas.
Fuego
La combinación racional-activo es la que agrupa a las personas rápidas, prácticas, ingeniosas y firmes. Si eres así, posiblemente seas alguien directo, con mucha energía y que habla con mensajes claros y enfocados. Eres de los que confía mucho en su criterio y te comunicas de forma muy directa, tratando de encontrar soluciones eficazmente. Te gustan que las cosas sucedan.
El estilo relacional Fuego tiene facilidad verbal y ágil a la hora de llegar a conclusiones. Es el impulsor y motor de cualquier iniciativa y proyecto innovador. Es valiente y un líder nato. Está enfocado a conseguir resultados y suele desafiar a los demás para retarles. En su uso ineficaz puede ser algo impaciente y brusco a la hora de exponer sus ideas, de presionar demasiado a los demás. Puede llegar a ser algo agresivo o cortante en sus formas y herir a los demás al ir como un rayo a los resultados.
Agua
En el otro eje tenemos el estilo relacional que combina reflexivo – emocional. Si eres así posiblemente serás cercano, leal y considerado. Te gusta ser respetuoso, buscar climas armoniosos donde todos se encuentren bien. Fomentas que las relaciones sean firmes y duraderas siendo amable y empático. Te gusta que los entornos sean armónicos.
Este tipo de personas captan bien las necesidades emocionales de los demás y muestran con acciones su interés por las personas. Valoran y comprenden bien la complejidad de las relaciones. Son flexibles y con visión clara de cómo conseguir el bien común. Son tenaces en lo que desean hasta el final. Por el contrario, pueden ser demasiado críticos consigo mismos y reaccionar de forma impulsiva si se saturan. Tienen dificultad en mantener una discusión cuando les confrontan y llegar a evitar el conflicto.
Aire
La persona con estilo relacional Aire es social, entusiasta, enérgica y amistosa. Si eres así, seguro que te acercas a los demás de una forma cercana, eres creativo y te gusta salirte de la línea establecida a la hora de encontrar soluciones. Te gusta conectar el talento de las personas.
Los que son Aire ven posibilidades en todo, porque aportan ilusión y entusiasmo a los demás. Son optimistas y se les da muy bien improvisar. Suelen ser los que aportan ideas nuevas a los problemas. Suelen combinar bien responsabilidad y diversión y saben ver lo mejor de los demás siendo un buen catalizador del desarrollo de equipos. Sabe ofrecer apoyo y ayuda tiene muchos intereses. En su uso ineficaz, este estilo relacional puede distraerse fácilmente, le cuesta poner foco. Puede tener dificultad con la constancia y no prestar suficiente atención al detalle y hablar demasiado y agotar a otros con su intensidad.
Como relacionarnos con cada estilo relacional
Tierra
Para poder dirigirte a una persona con estilo relacional predominantemente Tierra, debes hacerlo con seriedad si es algo importante. Trata de ser riguroso en lo que cuentas, no hables atropellado, y aporta evidencias basadas en hechos objetivos. Si puedes prepara la información y lleva lo necesario por escrito.
Fuego
En el caso del estilo relacional Fuego, has de ir al grano, necesita que seas directo y decidido. No le des muchas vueltas a lo que le cuentas, sin preámbulos o muchos detalles. Enfócate en el titular, la esencia y agiliza tu discurso. Sé firme con lo que le transmites y con una orientación a la solución.
Agua
Para tener éxito al relacionarte con el estilo relacional Agua, trata de escuchar con paciencia y a su ritmo. Prevé tiempo para esa conversación, pide su opinión y dale tiempo para que te de una respuesta, no le presiones con el tiempo. No seas muy directo y es mejor que preguntes a que afirmes. No le gusta la imposición si no entiende el para qué y el contexto, la historia.
Aire
En el caso de los Aire, debe acercarte con entusiasmo y apertura. Los detalles les abruman, utiliza algo visual para conectar. Valora su creatividad y sus ideas. Implícate personalmente porque valora que no te quedes al margen. Las rutinas no le van, y trata de ser cercano en el trato.
Quizás te has visto reflejado en alguno de estos 4 estilos relacionales o hayas identificado a personas que conoces. Lo importante es tener los recursos para poder mejorar nuestras relaciones. Y teniendo en cuenta cómo somos, podemos adaptarnos a las diferentes situaciones en las que nos encontremos frente a otras personas, para poder tener una buena y productiva comunicación.
Últimos posts de Maribel García (ver todo)
- Existe la productividad tóxica, ¿la estás sufriendo? Descubre cómo evitarla - 28 de febrero de 2022
- Salud mental en las organizaciones, ¿puede España vivir “la gran dimisión”? - 24 de febrero de 2022
- Comunicación no verbal: ejemplos, tipos, cómo mejorarla - 15 de febrero de 2022