Una organización sin personas es un edificio. Las personas son el alma, la clave y el motor de cualquier empresa. Así, en plural. Porque, aunque haya una o dos o muchas, el siguiente factor para tener en cuenta son las relaciones. Y cuando hay relaciones, hay que cuidar la comunicación. En Recursos Humanos se pone el foco en cómo se conectan las personas con nuestra organización. Es de vital importancia que tengamos presente cuáles son las claves para que todo funcione.
Impactando en el negocio
Las relaciones en la empresa deben ser el punto de partida en el área de personas. Cuando existen buenas relaciones, se genera un impacto positivo en aquellas áreas en las que participan dichas personas. Un impacto que llega a la organización, y que por lo tanto puede llegar a condicionar el éxito y la consecución de los objetivos definidos en la empresa.
Cuidar las relaciones es muy genérico, pero ¿cómo podemos incidir? El trabajo que cada líder con sus equipos haga, es básico para entender de qué manera nuestro contacto con otras personas puede llegar a condicionar la evolución de la empresa. Conocer de qué manera nuestra comunicación dentro de la organización afecta al negocio, puede ayudarnos a mejorar precisamente esas relaciones.
Tipos de relaciones
No todas las personas somos iguales, ni todas las relaciones tienen el mismo vínculo. Una de las cosas más importantes de una relación es entender precisamente ese vínculo para poder generar la mejor sinergia.
Relaciones personales, donde existe mayor grado de confianza, relaciones entre el responsable y el resto del equipo, entre compañeros, entre empleados y clientes, entre empleados y proveedores. Los diferentes stakeholders en una organización son los que marcan el tono de la relación.
Liderazgo alineado
Entender que la comunicación es el tren para llegar a nuestros objetivos, es tener claro que hay que conocer de qué manera somos, cómo es quien tenemos delante y de qué manera podemos cuidar esa vía para que ambas partes ganen.
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de generar una cultura donde las relaciones y la comunicación estén cuidadas, es contar con el liderazgo adecuado. Debemos contar con líderes alineados con este tipo de cultura, capaces de adaptarse a las necesidades y entender qué está sucediendo en su entorno. Debe conocer bien a su equipo, que prevea futuros retos del mercado, que sepa qué tipo de talento necesita y lo gestione de la mejor manera.
Las relaciones tienen su base en la comunicación y tenemos que conocer qué normas, que estructuras, qué políticas están establecidas en la organización. Para que fluya una relación, debemos facilitar al máximo la información, por lo tanto, basarnos en la comunicación para que el otro pueda entender, aceptar y conectar con nosotros. De lo contrario, lo único que conseguiremos es dos personas que puedan trabajar juntas, sin sacar el máximo partido. Entendiendo ese máximo, como la mejor sinergia y colaboración para que el objetivo que los ha unido se consiga. Fíjate de qué manera es importante que esa relación sea cuidada.
¿Cómo cuidar las relaciones?
Entendernos entre nosotros no siempre es fácil. La comunicación nos ayuda, pero hay que saber cómo trabajar con la diversidad, que las relaciones sean fructíferas y aceptar que no siempre todo se haría como si estuviéramos solos. Dependiendo del tipo de organización y su cultura, las relaciones serán más tensas, más fuertes, con más vínculo o más frías.
En RRHH hay que apostar por conocer qué habilidades tienen los empleados y potenciar sus competencias transversales. De esa manera sabremos qué aportan a través de la comunicación a la mejora de las relaciones.
Cread grupos de trabajo interdepartamentales que apuesten por proyectos que les permitan conocerse mejor. De esta manera pueden entender el trabajo desde el prisma de otras áreas, conocer otros entornos de trabajo y, en definitiva, trabajar la empatía. Se trata de que se genere un buen clima laboral, mejoremos la cohesión y las relaciones.
El trabajo en equipo mejora cuando trabajamos en una cultura que apuesta por las personas y sus relaciones. Cuando se pone por encima el todo a la persona, es cuando somos capaces de ver la relación.
Entender qué motiva a las personas también te permite cuidar las relaciones. De esa manera puedes ofrecer beneficios que les genere mayor sentimiento de pertenencia y mejora su vínculo con la organización, por lo tanto, con las personas que allí hay. Aquí también es importante poner en valor el trabajo de cada persona, reconocer su esfuerzo y premiarlo.
Comunicación como el oxígeno en la organización
Sin ella no podemos llegar a nadie. Ya sea escrita o de viva voz, la comunicación es la protagonista de las relaciones y hay que verla como un rail que hay que mantener cuidado para que la empresa funcione.
La comunicación interna es la que mantenemos con los diferentes miembros de la organización y la externa, la que se produce entre miembros de la organización y personas del exterior. En ambas, es vital que se conozca y se cuide todo aquello que hacemos, decimos, compartimos. La comunicación va de la mano de la cultura, y hay que tener cuidado con la coherencia para decir y hacer lo mismo o nuestra comunicación perderá fuerza.
¿Cómo cuidar la comunicación?
Ser conscientes de algo es lo que nos advierte. Estar activos en la comunicación nos permite darnos cuenta de qué decimos, cómo lo decimos y además escuchamos activamente, lo que permite que la comunicación sea buena, porque podremos ser asertivos.
La asertividad es la fuente para que las relaciones sean positivas, ya que nos permite decir aquello que queremos con la firmeza que necesitamos, pero con la sensibilidad equilibrada para no herir al otro.
Dentro de la comunicación en una organización entra también la que mantenemos por escrito. Hay que tener en cuenta cómo decimos las cosas a través de un mail, de un informe, de un comunicado general o de una publicación al exterior. Ten en cuenta que el que está al otro lado, solo tiene esa parte, así que debemos ser lo más claros y concisos posibles, teniendo mucho cuidado también con el tono que utilizamos.
Las redes sociales son otro canal que debemos cuidar. Es la comunicación que llega al exterior y también puede impactar en nuestra marca y Employer Branding. Hay que esforzarse para que las relaciones que hay buenas dentro de la organización, impacten en la forma en la que la comunicación viaja y plasmarla en todas las vías que utilizamos, redes sociales incluidas.
Si en la organización cuidas las relaciones y vuestra comunicación es buena, ya tienes el mejor abono para plantar unos sólidos vínculos que os ayuden a conseguir vuestros objetivos.
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