La capacidades cognitivas se entiende como las diferentes funciones que realiza nuestro cerebro. En esta capacidad global diferenciamos una serie de funciones principales como son la atención, la memoria, el lenguaje, el funcionamiento ejecutivo y las gnosias y praxias.
¿Qué son las capacidades cognitivas?
Estas funciones las analizaremos con detenimiento y veremos cómo cuantificarlas y cuáles son las herramientas que actualmente se emplean para la valoración de su estado. Es importante señalar que, en las pruebas, aunque específicas de cada área, siempre está implicada la funcionalidad general del individuo, es decir, es difícil valorar una única función de forma aislada y para determinar cómo unas interfieren con las otras es fundamental que sea un profesional el que lleve a cabo este examen. Este tipo de valoraciones la debe realizar el Neuropsicólogo que es el profesional que establece relaciones entre la función cerebral y la conducta observable y su formación en Psicología le permite valorar también la esfera emocional ya que por ejemplo una falta de motivación o apatía puede estar afectando al redimiendo de las funciones cognitivas sin residir el problema en por ejemplo la atención o la memoria.
En primer lugar, disponemos de escalas globales o baterías de pruebas que valoran el estado cognitivo global. Comúnmente esta es la forma en que se presentan las conocidas pruebas de inteligencia. Son baterías de pruebas de que cuyo sumatorio de puntuaciones escalares se extrae el CI. Este CI se sitúa entre 80 y 120 en la población normal por lo que un CI inferior o superior a ese rango supondría una sospecha de bajas capacidades o altas capacidades intelectuales, este diagnóstico funcional siempre debe ser ampliado con otras pruebas e historia clínica.
La función cognitiva de la atención
La valoración del estado de la atención se realiza generalmente con pruebas que implican atender a unos estímulos inhibiendo la respuesta ante otros.
En el caso de valoraciones neuropsicológicas infantiles es habitual es uso de la realidad virtual, donde se reproduce el propio aula del alumno y se le presentan estímulos ante los que debe emitir una respuesta y estímulos ante los que no, todo ello acompañado de distractores como compañeros que le llaman o coches eventos que ocurren en la calle y se ven a través de la ventana.
La función cognitiva de la memoria
Tareas tradicionales para la valoración de la memoria suponen que a la persona a examen se le presenta un material por el que posteriormente será preguntado. Esta presentación puede ser en imágenes, auditiva u oral de forma que también implicamos la valoración de las diferentes vías sensoriales. A rasgos generales, las tareas de memoria pueden ser de dos tipos de recuerdo o de reconocimiento, en las tareas de recuerdo se son pide repetir el material que se nos presentó en al inicio del examen, en las tareas de reconocimiento se ha de discriminar entre el material aprendido al inicio y otro presentado por primera vez de forma que la persona solo ha de señalar los estímulos que aprendió.
En la valoración de la memoria no solo se evalúa si la persona es capaz de recordar un material o no si no también cuánta es la capacidad de su almacén mnésico.
La capacidad cognitiva del lenguaje
A la hora de estudiar el lenguaje debemos tener en cuenta cuatro modalidades de este las cuales se valoran por separado:
Expresión oral
Implica que la persona sea capaz de verbalizar y emplear con intencionalidad el lenguaje.
Expresión escrita
En esta área se valora la caligrafía y ortografía de la persona, así como el trazo y expresión que se realiza de forma escita.
Comprensión oral
Se valora la capacidad de la persona de comprender un mensaje, la forma de examen comúnmente empleada en este campo es la emisión de una orden que la persona debe ejecutar, del éxito de esta ejecución se determina el estado de la comprensión oral de la persona.
Comprensión lectora
La valoración es similar al caso de la comprensión oral solo que en este caso el mensaje viene dado de forma escrita.
La función cognitiva de las funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas es un conjunto de componentes que tienen en común la realización de tareas dirigidas a una meta y que implica el trabajo conjunto de material diverso. Dentro de esta agrupación podemos diferenciar varios componentes:
Memoria de trabajo
Es un tipo de memoria a corto plazo que permite el almacenamiento temporal de un material con el que se está trabajando. Es por ejemplo, la memoria que empleamos al realizar multiplicaciones con llevadas. A la hora de valorar la memoria de trabajo se emplean tareas sencillas como el deletrear una palabra empezando por el final o el realizar un trazado de puntos alternando una secuencia alfabética con una secuencia numérica.
Planificación
Es una tarea que todos conocemos y supone la capacidad de establecer los pasos a dar para lograr un objetivo. En este aspecto, las tareas para valorar este componente son muy variadas, desde la realización de los laberintos, hasta la realización de pruebas más específicas como es la Torre de Hanoi.
Razonamiento
Es la capacidad de establecer la lógica que permite la resolución de un problema. En este aspecto, se plantean problemas lógico-matemáticos que la persona debe resolver.
Flexibilidad
Este componente supone la capacidad de la persona de cambiar de tarea o ajuntarse al cambio de reglas de la propia tarea. Su valoración suele realizse con una tarea específica similar a un juego de cartas donde las reglas cambian sin previo aviso y la persona debe ir modificando su respuesta en base a ello.
Inhibición
Esta es la capacidad de no atender a los estímulos irrelevantes. Su valoración es conjunta con la atención, ya que son dos caras de la misma moneda, atender a un estímulo y no otro supone una correcta inhibición en el caso de realizarse debidamente.
La función cognitiva de la Gnosias y praxias
Esta función quizás menos reconocible pero fácilmente entendible atiende a la capacidad de la persona de reconocer elementos (gnosias) y efectuar movimientos (praxias).
En el caso de la valoración gnóstica se solicita a la persona que reconozca o identifique una serie de objetos. Esta forma de reconocimiento puede presentarse en diferentes tareas, por ejemplo, emparejamiento, enumeración, identificación. En cuanto a las praxias, su examen consiste en la realización de determinados movimientos por parte de la persona, estos pueden ser meras posturas o movimiento simbólicos, como la intención de vestirse o servir un café.
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Raquel García Gómez
