Lo que sabíamos y lo que tendremos que aprender en Logística

El saber no ocupa lugar. Salvo si se tiene una enciclopedia de 100 tomos en el mueble del salón. Este viejo chiste necesitará tanta explicación dentro de poco (¿qué es una enciclopedia?) que caerá en el olvido más absoluto, pero eso no impedirá que la máxima permanezca y que el conocimiento y aprendizaje siga siendo fundamental y no concluyan con la trayectoria académica común.

En todo caso, el conocimiento “enlatado”, permanente  e inamovible, ya no sirve. No en la mayoría de las disciplinas. Ni siquiera en la más sólida, la Historia, en permanente revisión. Mucho menos en otras de corte tecnológico, dominadas por la dinámica del cambio y evolución permanente.

La logística en entornos tecnológicos

De esta fuente de cambio y soporte tecnológico bebe la logística. En realidad lo que le ha dado carta de naturaleza, importancia, permeabilidad en la práctica totalidad de industrias y relevancia en la sociedad de consumo y los nuevos canales comerciales (Internet).

Pocas máximas, quizás ninguna salvo su más clásica definición (“en el momento oportuno, en el sitio justo y al menor coste posible”), ha atesorado la logística precisamente por ese entorno cambiante a la que se adapta que tan bien la define. Cualidad o idiosincrasia por la que se hacen imprescindibles –me pregunto si más que en ningún otro tiempo cercano- los estudios posgrado actualizados como los que imparte IMF.

Sabíamos, por tanto, históricamente, de su cualidad instrumental para las cadenas de suministros y mercancías; sabíamos de su carácter auxiliador en momentos de especial urgencia o necesidad (de hecho la logística moderna nace de manera paralela a las operaciones aliadas en Europa en la II Guerra Mundial cuando, por ejemplo, se inventa el palé) y de su capacidad para hacer llegar convenientemente los productos al punto de venta.

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La importancia que ha supuesto la logística en momentos actuales

Lo que no sabíamos es que el mundo entero podía sufrir una catástrofe sanitaria y global como la que está ocasionando la COVID-19; tampoco que buena parte de los paradigmas que, como tales, dábamos por irrenunciables, la movilidad o la compra de bienes y el consumo, tal y como lo hemos conocido desde los albores de la humanidad, con escasas diferencias de fondo, iban a quedar en entredicho.

Y aunque lo intuíamos, tampoco sabíamos del protagonismo y la importancia capital de la logística en esta crisis, sobre todo para reducir la ansiedad de la población y asegurar los suministros básicos, personales y sanitarios.

Muchas otras cosas deberemos aprender y conocer a decir de los profesionales de la logística, porque este es otro escenario. Otro mundo. Otras costumbres. Otras necesidades, Otras exigencias.

Importancia del comercio electrónico

Los profesionales de la cadena de suministros deberán aprender que el comercio electrónico ya domina buena parte de los canales de venta y eso va a condicionar los flujos de fabricación a distribución y a entrega; que la última milla será ya, sí o sí, el escenario que requerirá mayor atención y dónde se producirán las mayores tensiones y retos –como el medioambiental- que habrá que aprender a resolver.

También y aún en este territorio cercano, habrá que aprender –quizás ya para siempre- a estructurar estrategias de “contacto cero” con el consumidor final en las entregas y devoluciones.

A tenor de lo mencionado por los expertos en diversos análisis durante estas semanas de pandemia, las empresas, en lo que a la logística se refiere –y no solo las especialistas- van a tener que pensar en el diseño de planes de contingencia, que incluirán stocks de seguridad cercanos geográficamente y menos flujo tenso, para responder, de producirse, a futuras pandemias. Sin olvidar lo más importante: en logística habrá que colaborar y compartir mucho más.  

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Y por si fuera poco, el paradigma será que todo lo aprendido antes puede que no valga para después y todo lo que aprendamos ahora puede que no nos sirva para el futuro, si es tan imprevisible, explosivo y desconocido como lo que estamos viviendo.   

¿A alguien le queda una mínima duda de que debemos estar en continuo aprendizaje logístico?

A mí, no.     

Ricardo J. Hernández, Director de Cuadernos de Logística.

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Equipo de colaboradores del Blog de Logística, compuesto por el equipo de tutores, profesores y expertos del Máster en Dirección Logística y de la Cadena de Suministro de IMF Business School.

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