Hablar de jefes y de si son buenos o malos, siempre implica una cierta subjetividad. Lo que es bueno para alguien, no tiene que significar lo mismo para los demás. Pero sí que es cierto que desde Recursos Humanos, debemos unificar algunos criterios generales, para entender qué tipos de jefes son los que tienen más éxito, no tanto por si nos caen mejor o peor, sino por los mejores resultados, estratégicos y personales.
Jefes y líderes
Hemos hablado en diversas publicaciones sobre lo que puede significar ser jefe y los diferentes tipos, y no hay que confundirlo con líder. Coloquialmente nos referimos a aquella persona de la que dependemos jerárquicamente.
Ya hemos mencionado anteriormente que el jefe que ha llegado de alguna manera por imposición al puesto, no lo hará valer de la misma forma que el que lo ha hecho a través de la meritocracia y la responsabilidad.
El antiguo jefe ya está quedando algo obsoleto, pero aun vemos algunas reminiscencias en varias organizaciones. El buen jefe hace alusión a un tipo de persona que no solo ha llegado a ese puesto y se mantiene. Se trata de un conjunto de habilidades que hacen que esa persona esté ahí por méritos propios y consiga un mejor desarrollo global de la empresa.
Gestionar un equipo de personas, dirigirlo, liderarlo, está basado en una serie de habilidades que impactan de manera directa en las personas que están en ese equipo.
Habilidades de un buen jefe
Liderazgo
El buen jefe por supuesto es además líder. Es aquella persona que no ordena, lidera. Y el que lidera se pone siempre delante y llega a los demás a través del ejemplo. Sabe obtener lo mejor de su equipo porque ve el talento de cada uno de ellos y sabe generar las mejores sinergias. Analiza las necesidades y busca el éxito global, no el suyo propio.
Confianza
Si se tiene al mejor equipo, se ha de confiar en él. Y si no confías, plantéate qué tipo de equipo tienes. Has de confiar en cada uno de ellos, pues juntos, conseguirán que el objetivo se cumpla. Confiar significa delegar y esperar que ellos mismos puedan proponer mejoras, alternativas y hasta tomar decisiones en beneficio del equipo.
Esto implica que no solo has de confiar en ellos, ellos lo han de pode hacer contigo. Así que debes darles ese margen para que puedan hablar contigo, sin reparos y abiertamente. Sin eso, vuestro equipo nunca llegará a obtener lo mejor.
Toma de Decisiones
Un buen jefe es aquél que sabe cuándo y cómo tomar decisiones. Ha de tener una visión amplia y clara de todo lo que está sucediendo, tanto en su equipo como en el resto de la compañía. Eso más el afán de conocimiento, le da la base para tener el criterio adecuado para tomar las mejores decisiones. No es fácil pues muchas veces se tienen que asumir ciertos riesgos, pero el buen jefe sabe sobrellevar esa presión. Esto te servirá también para poder gestionar el conflicto.
Curiosidad
Una de las características del buen jefe, es que siempre quieren saber más, siempre quieren entender el por qué de las cosas, tienen curiosidad. Su inquietud mental siempre les hace buscar estar al día, no dejar de aprender y estar cerca de personas que le sigan aportando. El que quiere siempre mejorar, busca cómo hacerlo, pero el que cree que no necesita consejos porque lo sabe todo, nunca leería esto.
Comunicación
Nada se construye sin una buena base de comunicación. El buen jefe tiene las habilidades para poder llegar a los demás, dialogar, escuchar, trasladar los objetivos y lo que se espera de todos.
El equipo necesita un entorno donde no solo poder comunicarse, sino un jefe que les de feedback, que les traslade qué está pasando en la compañía con transparencia y honestidad. Es la manera en la que todos se sentirán tranquilos y en un espacio abierto para ser ellos mismos. Y ellos también le ayudarán a poder tomar las mejores decisiones en beneficio de todos.
Inteligencia Emocional
Conocer a tu equipo, acercarte y comprender sus personales situaciones, no te convierte en amigo. Muchos jefes huyen de tratar de escuchar al equipo por miedo a parecer que quieren ser amigos. La idea es transmitir un agradable equilibrio, donde las personas puedan sentirse cómodas y en confianza.
El diálogo y el buen ambiente son los que harán que se trabaje de manera más eficaz. Y esto también se consigue integrando a las personas, dejándoles ser y haciéndoles partícipes del proyecto, dándoles voz para que puedan ayudar en el proceso o aportar mejoras.
Innovación
El buen jefe nunca se queda atrás. Le interesa la innovación y las nuevas tecnologías. Sabe aprovechar todo lo bueno de las nuevas aplicaciones y herramientas digitales para ser mucho más productivos. Se enfoca en la parte humana, para que la tecnología facilite el trabajo. Es alguien que buscar estar al día y fomenta en el equipo que surjan nuevas ideas para mejorar.
Rodearse de los mejores
Saber ver el talento de los otros y quererlo cerca, es una de las mejores habilidades. El ego hace que muchos jefes no quieran tener personas cerca que sepan más que ellos en algo y por miedo a que acaben quitándoles el puesto. El buen jefe siempre los tendrá en su equipo, aportan y hace crecer al grupo.
No solo sacará lo mejor de ellos, sino que les ayudará a desarrollarlo y a crecer profesionalmente. Les motivará para que le digan cómo puede incluso mejorar él mismo para favorecerles a ellos y al equipo.
Reconocimiento
Hay que valorar el esfuerzo, el trabajo diario y todo el compromiso que el resto del equipo tiene con la compañía y el proyecto. Es muy importante que no se de por hecho todo lo que se hace. Reconocer es uno de los factores que más inyectan motivación en los miembros del equipo.
Y tú, ¿eres un buen jefe? ¿Has tenido la curiosidad de llegar hasta aquí para reconocer todo aquello que sí tienes y todo aquello en lo que puedes mejorar?
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