Una de las cosas que más me gusta del vino, además de beberlo, es conocer su historia o más bien sus historias, porque son muchas las cosas que en torno a la elaboración del vino se pueden contar.
El vino ha formado parte importante en la civilización de la humanidad, se usó como moneda de cambio, formaba parte imprescindible de las celebraciones, cultos religiosos y alimento cotidiano, con gran valor en las mesas de los reinos y casas señoriales de todas las épocas.
La elaboración del vino en España
Pero sin entrar en muchos detalles (ya que será un tema que abordaremos en otro momento) hoy vamos hacer referencia a la historia más próxima, a la historia que nos toca más de cerca y que hace referencia a algo tan necesario como la elaboración del vino en nuestro país.
Si pensamos en la elaboración de vinos de calidad o la producción de vino para su venta y no consumo particular, tampoco hace tantos años que en España se elabora vino.
Las bodegas más antiguas de España
Se dice que una de las bodegas más antiguas es la de Alvear en Montilla Moriles que data de 1729, aunque por otro lado, Bodegas Julian Chivite en Navarra mediante un documento del siglo XVII, identifica un préstamo notarial fechado en Agosto de 1647 probando así que la familia Chivite ya poseía entonces viñedos y bodega propios, de considerable tamaño para aquel tiempo.
Pero también en 1551 Jaume Codorníu ya comenzaba su actividad vinícola estableciéndose los cimientos de esta bodega en 1659. Pero aun así, en Europa hay bodegas que superan con creces estas fechas.
Las bodegas más antiguas del mundo
En este artículo de Susana Aldana realizado el 19 de octubre de 2015 para la revista Selectus Wines, se hace referencia a las 12 bodegas más antiguas del mundo, muy interesante.
No vamos a otorgar ningún premio a la bodega más antigua, por lo menos de momento, pero sí que me gustaría reflexionar un poco sobre cómo se elaboraban los vinos por aquella época, como se elaboraron durante varias décadas y próximamente, abordar cuáles son las tendencias actuales.
Técnicas de elaboración del vino
Se dice que a partir de finales de los 70 principios de los 80, gracias a la influencia de Emile Peynaud (conocido como el padre de la enología moderna) los vinos comenzaron a elaborarse de otra manera, no vamos a decir ni mejor o peor, simplemente comenzaron a utilizarse técnicas de elaboración del vino que hasta la época no eran posibles por falta de tecnología o conocimiento; despalillado de las uvas, controles de temperatura, acero inoxidable, en definitiva técnicas diferentes.
Hasta entonces, se elaboraban vinos con raspón, fermentando en lagares de piedra o en grandes fudres de madera, sin controles de temperatura, en definitiva una elaboración tradicional.
Un gran salto en la elaboración de vino y sobre todo dirigida hacia una producción controlada que permitía mejorar los rendimientos de las bodegas y mantener un perfil con una determinada calidad constante en los vinos.
Los vinos de los 90
En los 90 comienzan a surgir otras Denominaciones de Origen y empiezan a producirse vinos, o mejor dicho a comercializarse vinos de otras zonas, Ribera del Duero que irrumpe fuerte en el mercado, hasta la fecha casi exclusivo de Rioja, y otras zonas de España que también suenan en las cartas de los restaurantes y en los nuevos modelos de negocio como las Vinotecas, Enotecas o Bares de vinos como más me gusta llamarlos.
Bullas, Jumilla, Penedés, Aragón, Toledo, Priorato, Bierzo, Galicia… los vinos eran embotellados y etiquetados para comercializarse en un mercado con gran demanda de vino y de zonas por descubrir, a pesar de que en muchas siempre se elaboró vino para su consumo local.
El vino en la actualidad
Buenos años en lo que se refiere a las cosechas, 94, 95, 96 han sido buenas añadas para los vinos Españoles, no tanto los años 97,98, 99 para pasar a los primeros años del 2000 donde muchos de los vinos comienzan a perder personalidad y carácter ya que todos de alguna manera se terminan elaborando de la misma forma y donde las modas y los puntos en las guías demandan vinos más potentes, concentrados, de precios altos que en muchas ocasiones no eran justificados.
Y así nos tiramos unos años, consiguiendo que el consumo de vino decaiga, para llegar a una situación actual de consumos ridículos, de los casi 40 litros estamos en los 10 por año y persona, donde muchas de las zonas punteras en los 90 ahora solo producen vinos baratos y artificiales, sin alma ni corazón, vinos que simplemente no saben o huelen a vino, no gustan al público porque lo que no está bien hecho por norma general no suele gustar a nadie, un pescado mal hecho, no gusta, una carne mal hecha, no gusta, es muy sencillo de entender.
David Barro, Responsable de ventas nacional de Coalla Logística y tutor del MBA Enología de IMF Business School
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