Habrás leído ya mogollón de posts donde te recomiendan las mejores películas de Recursos Humanos. No quiero aburrirte, así que voy a lanzarte algunas recomendaciones, como buen cinéfila que soy y que busca en casi cualquier película, un aprendizaje para el área de personas. Este verano date un chapuzón de buen cine para entender las relaciones dentro de la organización.
Películas que nos enseñan
Hay mucho cine que degustar este verano. Te las he englobado por secciones, vamos allá.
Animación
El Viaje de Chihiro
Si no has visto esta película, aprovecha este verano y disfruta. Puede parecer que una película de animación japonesa no entre en este tipo de listados. Error. Vale, la familia de Chihiro se muda y ella no está muy por la labor. Pero el desvío que toma el padre hace que lo que parecía ser un lugar inhóspito, se transforme en una sorpresa. Chihiro es una niña tímida, asustadiza y prudente que está descubriendo sus fortalezas y combatiendo sus miedos descubriéndose a sí misma. La soledad, la incertidumbre y el camino que debe llevar a cabo, le harán vivir una transformación personal que le hace crecer. Existen Hakus en la vida y existen Yubabas, el esfuerzo y el cuidar a los demás será algo crucial.
En Recursos Humanos tendemos a mirar el túnel de Chihiro demasiadas veces. Nos da miedo, lo cruzamos y empezamos a ver luces, sombras, fiestas y personas que no sabemos muy bien qué hacen. Trabajar nuestro autoconocimiento a través de procesos internos en el equipo, nos permite crecer, nos permite ver más allá de lo que en un principio las cosas parecen. La generosidad hacia los demás, la fortaleza y la empatía nos hará descubrir a los líderes naturales de la organización. Hacedme caso, no os la perdáis.
Wall-e
Otra pequeña obra maestra que no podía faltar. Cuánto nos enseña esta película. ¿Qué planeta tenemos y queremos? ¿Cuál es la relación que queremos tener con el entorno, con lo que parece antiguo y desfasado? Eso es, solo lo parece. Las nuevas tecnologías dan paso a lo fácil, a lo que nos lleva a sentarnos y que todo entre por la vista, por la pantalla. Es cierto que la película parece ponernos en tela de juicio esa versión de la tecnología, pero en realidad, lo que nos muestra es un uso desbocado y sin razón que nos dirige a un mundo individual y sin emociones.
Si la tecnología hizo que en la película el ser humano tuviera una oportunidad de vivir, nos enseña que hagamos un buen uso de ella, que nos alineemos con ella para hacer de este entorno, un lugar mejor. Si Recursos Humanos quiere sacar algo, tenemos un espejo en la organización. Hagamos de las herramientas que tenemos un recurso para mejorar la conexión con las personas. No nos olvidemos de que ellas son lo verdaderamente importante. La desmotivación, la falta de objetivos, la dependencia es lo que nos va a hacer perder de vista el objetivo común. Más comunicación, menos automatización de aquello que ha de ser realmente humano.
Ratatouille
¡Qué maravilla de ratón! ¿Quién iba a decirnos que una película con un ratón que quiere convertirse en chef nos iba a enamorar de esta manera? Una de las mejores películas de animación que existen. Si te fijas, es alguien que se siente incomprendido, con alma emprendedora, que siente una imparable pasión por lo que hace, que lucha por conseguir sus sueños a pesar de parecer algo totalmente imposible. Carácter atrevido, intrépido, valiente y soñador, se busca la manera de poder llegar al lugar donde tiene claro que quiere trabajar. Le acompaña una mujer en la cocina de un gran restaurante, en un mundo de hombres que siente que no podrá llegar a lo alto por las reglas establecidas.
Lo imposible se hace posible. Sí, parece un dicho fácil, pero tenemos que ver la actitud como foco. Lo que podría frenar a algunos, les impulsa a otros. ¿Quién quieres ser tú? Si parece que te han puesto un techo, descubre tu talento y no dejes que los demás te quiten el brillo. Todo el mundo puede cocinar ¿no? Lo importante es no perder de vista el objetivo, el sueño y ser persistente.
Drama
El Indomable Will Hunting
Cuando entramos en etapas complejas, hay que tener claro quiénes somos. En esta película, Will es un chico que, a pesar de tener un gran talento, tiene unas enormes dificultades para saber quién es. Y aunque eso parezca obvio, es lo que sucede en muchas organizaciones. No tenemos claro cómo es nuestra cultura. Tener un CV atiborrado de párrafos, no te hace ser más inteligente, pero si no eres capaz de darle un buen uso a tus competencias, ¿de qué sirve? Debemos conocernos, identificar cuál es nuestro propósito y cómo queremos ser. Will es un genio, alguien que tiene una inmensa facilidad con las matemáticas, y se le da bien eso de quedarse en la zona de confort. Hay que ser muy valiente para mostrar tu talento y apostar por lo que realmente te hace brillar. El mundo tiene la culpa de todo y aquí tengo excusa para no avanzar.
Seamos valientes para identificar para qué estamos aquí y apostemos por nosotros mismos, por darnos la oportunidad de brillar en lo que realmente somos grandes. Las relaciones que en ocasiones nos hacen romper con esa seguridad, son las que nos hacen fuertes, nos vinculan y nos empujan a salir a por lo que merecemos. La vulnerabilidad es lo que nos hace realmente conectar con nosotros y con los demás.
La la land
Esta preciosidad de película nos acerca a lo que parece que es lo que hemos soñado siempre pero que se presenta como imposible. A veces nos ocurre que parecemos destinados a algo, hechos para lograr algo, nos han ubicado ahí y se ve como algo lógico. Pero el camino está lleno de obstáculos, ya no parece algo que se parezca a nuestro sueño. Dos almas que parecen destinadas a estar juntas, dos sueños que parecen estar diseñados para ser logrados. No es fácil cuando nos salimos del cuento y la vida nos muestra la cruel realidad.
Los momentos de parón, como los vividos por el COVID-19 nos hacen pensar, recapacitar. Nos hacen plantear cambiar en algunas cosas, lo que parecía que no iba con nosotros, se acerca. Cuando algo que nos daba estabilidad se rompe, debemos encontrar la fortaleza para encontrar nuevos caminos y darnos cuenta de que nuestro sueño sigue más vivo que nunca, pero somos nosotros los que hemos cambiado. A veces debemos perder algo por el camino, para lograr lo que soñamos.
Interstellar
Lo siento, pero es la mejor, no podía faltar. La veas cuantas veces la veas, te emocionas y aprendes. Así, por partida doble cada ocasión. Aunque no parezca que podamos extraer nada para RRHH, te aseguro que algo encontraremos. Si preguntas, todo el mundo te dirá que es una película de viajes al espacio, astrofísica y agujeros de gusano. Vale, hay de todo eso, pero la base son las relaciones humanas. ¿Hay algo más parecido en RRHH? La relación entre un padre y una hija y cómo el amor más resistente puede remover mares y montañas. Cuando todo parece perdido, el ser humano debe buscar sobrevivir donde sea, incluso fuera de nuestro conocido planeta. Pero es en ese viaje cuando nos alejamos de lo familiar, de lo que reconocemos y el hilo que nos une parece débil, es cuando nuestro interior debe guiarnos hacia lo que nos ayuda a reforzar el vínculo.
Sí, la emoción es humana, y ahí es donde mejor nos debemos aprender a mirar. Si entendemos de qué estamos hechos, nuestro poder, no importa el problema. No importa que no estemos cerca, que trabajemos lejos unos de otros, el vínculo está por encima, la relación que hemos cuidado está por encima. Las personas y nuestras relaciones son la base de cualquier organización, y sin ellas, las empresas son simples edificios. Hagamos los viajes que sean necesarios hacia el exterior, pero el más importante siempre está mirando hacia nuestro interior, ahí es donde encontraremos la solución.
Este verano vuelve el cine, pero si no has visto alguna de las películas que hemos repasado, te invito a descubrirlas. Si las has visto, disfrútalas con esta nueva visión.
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