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Atraer y enamorar, organizaciones y candidatos ¿a quién le toca hacer qué?

Desde los departamentos de Recursos Humanos ha existido siempre el gran reto de atraer al talento que realmente necesitamos y enamorar a los empleados. Los candidatos buscan empleo y tratan de fijarse en aquellas organizaciones que conectan con ellos. No siempre actuamos de manera que nos encontremos. ¿Qué deberíamos hacer?

Atraer y enamorar talento, esto va de conectar

Una de las principales responsabilidades del área de personas, es entender las necesidades de la organización y atraer a personas con el talento que se requiere para llegar a conseguir los objetivos marcados.

Atraer talento nunca ha sido contratar personas poniendo ofertas de trabajo. Eso es reclutar, como hacían antes en el servicio militar. Aunque diría que incluso ahí, seleccionaban a las personas haciendo mínima criba, es decir que no entraba cualquiera. Había personas que no encajaban dentro del perfil necesario. Pues en las organizaciones, es exactamente igual. Pero es cierto que hemos trabajado “reclutando” sin atraer demasiado tiempo.

Debemos abandonar la idea de que cualquiera que tenga ganas de trabajar, nos sirve. Eso es un pensamiento antiguo y obsoleto que valía cuando la necesidad era mínima y el candidato con poco, nos cubría. Eso no existe actualmente y hay que adaptarse a lo que necesitamos. Atraer talento va de conectar y eso pasa por definir quien de todos los que están delante, nos encaja. Para ello, nos tenemos que basar en 3 aspectos.

Competencias técnicas

Son lo que nos ha valido siempre para seleccionar a alguien. Antes, con las competencias técnicas teníamos suficiente. Nos indicaba su CV que se trataba de una persona que sabía hacer lo que le pedíamos. Conocía las funciones o había estudiado para llevarlas a cabo. Pero eso realmente se queda un poco a las puertas de lo que necesitamos atraer. Porque en este caso, nos valdría reclutar a cualquiera que hubiera hecho en otra empresa lo mismo o similar.

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Competencias transversales

En este caso, estamos dando un paso más allá. Con las competencias transversales, estamos entendiendo que no basta con las técnicas. Necesitamos más de una persona que el hecho de que cumpla las funciones de un rol específico. Existen unas habilidades relacionadas con nuestra personalidad, con nuestra forma de ser, con nuestros valores.

Las competencias técnicas están ligadas al rol, las transversales con el yo. Es decir que, si somos empáticos, lo seremos en nuestra vida personal y en el ámbito profesional, de manera que, si queremos a profesionales empáticos para el puesto, debemos atraer a personas empáticas.

Cultura

Teniendo en cuenta ambos tipos de competencias, llega el postre. El colofón llega de la mano de la cultura, y es ahí donde la organización debe atraer con más efectividad. Porque, aunque debamos cubrir el rol profesional y que la persona tenga unas competencias transversales que nos aporten, es la cultura la que hace que conectemos y podamos llegar al siguiente nivel: enamorar al equipo.

La cultura aporta la información necesaria para que los candidatos puedan conectar con empresas que comparten valores con ellos. La mejor herramienta para atraer y enamorar al talento es la EVP (Propuesta de Valor al Empleado).

Enamorar es no olvidarse tras la atracción

Cuando una organización tiene claro qué significa atraer, sabe que lo que toca después es enamorar. Porque es en el mix donde ocurre la magia. Atraer sin enamorar es desaprovechar gran parte del esfuerzo y del posible impacto positivo que nos llegue.

Enamorar es poner de verdad a la persona en el centro, y eso significa que entendemos que es el equipo con el que contamos para conseguir nuestros objetivos. La clave está en la conexión que exista en la primera parte de nuestra relación: la atracción.

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Si nos hemos fijado bien en a quién atraemos, nos será más fácil tener una relación con esa persona. Trabajar con aquellos con los que nos entendemos, hace más fácil que podamos comunicarnos, dialogar, negociar y tomar decisiones. Enamorar tiene que llegar tras analizar las motivaciones, intereses, necesidades de las personas y tratar de conjugarlas con las necesidades, retos y objetivos de la propia organización.

Las empresas que quieren enamorar a su talento priorizan sus políticas hacia las personas. Pensar que la satisfacción y el bienestar es el punto de partida, hará que ellos se comprometan y se impliquen mucho más: se conectan con el proyecto. Es importante entender el contexto de incertidumbre y cambio que estamos viviendo, para que organización y personas conecten de forma estable y ahí es donde nos apoyamos en las nuevas tecnologías.

El objetivo de cualquier empresa ha de ser aportar valor a la sociedad, en la medida de lo que ofrezca hacia una u otra parte o área. Es imposible hacerlo sin conectar con el equipo que está en la misma. Y para ello debemos entender que hay que saber atraer y enamorar a los candidatos y empleados.

Candidatos, ¿qué les toca hacer?

Para entender cómo funciona la magia, el candidato debe aportar su talento mucho antes de incorporarse a la empresa. Atraer y enamorar no es algo exclusivo de las organizaciones. Hay 3 factores clave en esta parte del proceso.

Autoconocimiento

Para conquistar al otro tenemos que saber quiénes somos. No me canso de hablar del autoconocimiento porque es la base de cualquier relación. Y no queda fuera de la ecuación una relación profesional. Entender qué es importante para el candidato, qué valores tiene, qué le gusta y que le aburre, qué necesita para sonreír y que le disgusta es la base para poder desarrollar relaciones sanas. Porque de esa manera entenderemos mejor el siguiente factor.

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Identificar con quién conectamos

El candidato debe atraer a aquellas organizaciones con las que sabe que ha conectado. Identificar la cultura, entender qué puntos de conexión hay, poner encima de la mesa aquellos valores compartidos o sentirse identificado con lo que comparten, es el punto de partida para ganar posibilidades frente a otros candidatos que se limitan a buscar empleo sin fijarse en dónde aplican.

Sacar el #BrilliBrilliDelBueno

Esto quizás te suene frívolo, pero yo siempre defiendo que cuando conoces a una persona que es auténtica, coherente y de verdad, estamos ante el #BrilliBrilliDelBueno. Y eso no es cualquier cosa, porque el otro, el brilli brilli a secas te puede cegar, te puede iluminar, pero es falso, y a la que rasques, se caerá y te lo dejará todo hecho un desastre. Debemos ganar empleabilidad, de esa manera nuestra candidatura podrá destacar frente a otras. Y eso se hace con lo que somos, con nuestra verdad, nuestro talento, porque cuando alguien conecte con nosotros, será de verdad. Y no se puede atraer ni enamorar si no hay verdad.

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

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