Control horario en las organizaciones ¿es la solución?

Recientemente todas las empresas han tenido que acatar la nueva Ley que obliga a regular el registro de la jornada laboral a todos los empleados y a llevar un control horario.  Desde Recursos Humanos, hay un debate abierto sobre si es la mejor solución para lo que se pretende. Vamos a tratar de dar un poco de luz sobre lo que la Ley busca regular y sobre las diferentes posturas al respecto.

¿Qué dice la Ley para la regulación de la jornada laboral?

Desde el Gobierno, han instado a las organizaciones a llevar todo un control horario de todos sus empleados independientemente del tipo de jornada que tengan. Deben guardar este registro durante 4 años y la idea es evitar que haya fraude en el pago de las horas extras. La idea es inicialmente, poder cumplir con el horario establecido, sin que nos pasemos media vida en la oficina o donde trabajemos sin que la empresa nos pague más de nuestra jornada. Evitar fraudes y abusos laborales. Ese era el objetivo.

Las empresas han dispuesto de 2 meses desde el conocimiento de dicha ley hasta que se ha hecho efectiva. En mayo se han visto muchas con la necesidad de buscar sistemas y algún software para incluir un fichaje para los empleados.

La dificultad aparece con muchos trabajadores que no van a diario a la oficina, o que trabajan en la calle o que su horario es altamente flexible. Se complica mucho más el registro de todos sus movimientos.

Como ley que es, las empresas que no la cumplan, se someten a una posible infracción grave con multa de entre 600€ y 6.000€.

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Las únicas personas que no necesitan fichar y dar registro de su horario son las personas con cargos de Alta Dirección, las trabajadoras domésticas, los deportistas y artistas, los que están en la cárcel, abogados, autónomos y asociados a cooperativas y los que estén considerados como relación laboral de carácter especial.

¿Qué impacto tiene el control horario?

De entrada, las empresas están acatando la ley, pero lo que se respira en la calle es un gran debate. La idea puede conllevar una muy buena intención y objetivos. Pero la pregunta que yo me hago es: ¿no sería más lógico tratar de hablar de rendimiento y no de control?

Es decir, un sistema que obliga a las personas a estar contabilizando sus entradas y salidas, sus momentos de descanso, su llegada, su parada o su vuelta, genera mucha desconfianza y miedo.

Se puede creer que vamos a evitar que no se haga ni una hora extra más sin que sea pagada. Dudo que de golpe ninguna empresa permita a nadie quedarse en las oficinas ni un minuto más para no tener que pagar ni una hora extra y se solucione también con ello la mejora del rendimiento. No hay garantías de que el control horario beneficie a los empleados. Aun siendo ese su objetivo.

¿Qué se puede hacer con el control horario?

Como Recursos Humanos, debemos pensar de qué manera podemos aportar soluciones que ayuden a la organización y a los empleados por igual. Hay que ver la situación desde una perspectiva global. Conseguir que los empleados se sientan satisfechos y comprometidos, por lo tanto sean eficientes y productivos.

Se supone que cuando un trabajador se queda un “rato” para acabar algo importante, lo hace de manera voluntaria. Es algo que hace a cambio de algo. Debería ser según esta ley, un aporte económico.

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Pero la verdad es que los incentivos económicos tienen una sensación de satisfacción muy corta. Alguien que hace algo sin dinero de por medio, es porque cree en lo que hace y debería ser compensado de una manera mucho más gratificante.

Está muy bien la ley para aquellas personas que son explotadas y a las que se les obliga, de alguna manera a quedarse para trabajar más sin tener por ello que cobrar nada. Pero ¿realmente es ese el problema? Creo que deberíamos ir un poco más atrás y cuestionarnos, qué tipo de empresas queremos.

El verdadero problema del control horario

Nos enfrentamos al eterno problema del presentismo vs rendimiento. Debemos preguntarnos si lo que queremos es un control horario para saber cuántas horas permanecemos en la oficina o si somos productivos, independientemente del tiempo que dediquemos.

Si yo impongo algo a un niño en vez de mostrarle de qué manera puede conseguir lo que quiere y que todos estemos felices, el resultado puede ser un poco diferente al buscado. Sabremos lo que hace porque le obligo a hacerlo. ¿Pero estará contento haciéndolo? Posiblemente ni lo entienda, solo lo hace porque hay castigo si no.

Pero si yo en vez de eso, le explico cómo puede aprender divirtiéndose, posiblemente haga que él mismo haga lo que pretendíamos de forma voluntaria. Y quizás haga más incluso porque él mismo demuestre un verdadero interés en eso.

Las empresas son iguales. Si lo que queremos es decirles lo que tienen que hacer, porque entendemos que en ellas ya hay algo malo que tenemos que castigar si no hacen bien, perdemos el foco. Hay que cambiar culturas, hay que transformar la base de lo que queremos allí dentro. Cuando en una empresa, tenemos empleados comprometidos no hace falta todo esto. Se trata de personas que valoran trabajar allí, que no les importa un día quedarse hasta tarde, porque saben que si al día siguiente necesitan estar en la obra de teatro de su hijo, nadie les dirá nada.

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Porque lo importante no es permanecer 8 horas en la oficina. Lo verdaderamente importante es rendir, ser productivo, presentar los proyectos y colaborar con el objetivo común. Y ahí es donde tienes embajadores de marca, a los que no tienes que obligar a quedarse.

Eso, solo se consigue cuando las personas están alineadas con la cultura, quieren trabajar para que aquello salga adelante, porque cuando ellos necesiten algo, saben que están en una organización que cuida a sus personas, no quiere solo profesionales que miran por los intereses de la compañía. Se trata de una relación bidireccional. Y si quieres los mejores resultados, ten a las mejores personas.

Y no hay buenos profesionales, sin que sean antes buenas personas. Pero las buenas personas, solo escogen a las mejores organizaciones. Las que confían en ellas y no sólo en no tener que pagar horas extras. ¿Qué tipo de organización eliges ser: control horario o productividad?

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Especialista en Employer Branding y asesora de Gestión del Talento en las empresas. Apasionada de la comunicación, las personas y cómo potenciar sus habilidades. Su objetivo es conectar a las personas en su entorno de trabajo.

4 Respuestas

  • Buenos días,

    Tengo varios comentarios sobre el artículo:

    Coincido contigo en la incertidumbre sobre los posibles inconvenientes que pueden aparecer y en la posible pérdida de flexibilidad que, se presume, van a tener las personas que, de algún modo, tienen un «acuerdo» con la empresa sobre la flexibilidad horaria. Yo prefiero ser paciente y observar como se desarrollan los acontecimientos cuando pase el tiempo. Espero que todo el mundo pueda llegar a un acuerdo y no afecte negativamente al trabajo diario.

    Por otro lado, creo que caes en el mismo error que demasiados profesionales de R.R.H.H. Existe una especie de «clasismo» oculto que se ha convertido en un patrón en casi todas las páginas, blogs, revistas que publican artículos relacionados. Como siempre, parece que todos los trabajadores del mundo sean oficinistas y trabajen en Google (Con su descansito para jugar al futbolín y su tiempo para realizar 45000 proyectos con nombres en inglés). Nadie, o prácticamente nadie, hace referencia en sus artículos al personal que trabaja en un almacén o en hostelería, por ejemplo. ¿Sabes cuantas horas extras no se pagan en España ? Lo desconozco, pero, desde luego, apenas le has dado importancia o lo has tratado con ironía, minimizando el problema.

    En definitiva, todavía hay demasiadas personas que trabajan muchas horas y no las cobran en 2019 y otras tantas injusticias que arrastramos desde hace muchos años. Creo que muchos profesionales de R.R.H.H. viven alejados de la realidad en la que vivimos.

    Un saludo.

    • Hola Javier,

      En primer lugar gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo en que ciertamente hay una tendencia que parece obviar a algunos colectivos. Es verdad que todo el personal que cumple un horario en un almacén o en la hostelería, hacen muchas horas extras y probablemente esta medida sea un inicio para modificar ese tipo de problemas. Pero soy de las que cree que debemos seguir pensando en nuevas fórmulas, ya que parecemos haber sido educados para cumplir lo que nos imponen sin crear nuevos formatos. Básicamente porque nos han dicho «si te puedes escaquear, hazlo que la empresa bastante nos explota» o «si puedo coger a alguien al que le pago cuatro duros y le obligo a trabajar el doble, mejor para mí». Como ves, por ambas partes hay un egoísmo que va totalmente en contra del verdadero objetivo: estar bien en un trabajo y ser productivos para que todos ganemos. Yo vivo con los pies en el suelo y muy cerca de todo lo que comentas. Debemos seguir trabajando para que todos estemos más alineados. Yo me planteo siempre: con esta realidad que tú mismo describes, «qué puedo hacer para mejorar esto?». No pretendo minimizar el problema, que sí existe como bien dices. Pero creo que el control para que las empresas dejen de explotar, no es la mejor solución. Como se ha dicho siempre, hecha la ley, hecha la trampa. Debemos buscar maneras en las que confiemos más y no debamos recurrir a este tipo de medidas.

      • Me alegra saber que eres consciente del problema y que se ignora a algunos colectivos. Estaría muy bien que más profesionales de R.R.H.H. escribieran al respecto, la verdad.

        Ni todas las empresas actúan fraudulentamente, ni todos los trabajadores se escaquean, creo que podemos estar de acuerdo en esto. Espero que encontremos el método para lograr una solución intermedia y adaptada a la realidad actual tan cambiante que estamos viviendo.

        Gracias por tu atención y por tus artículos.

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