Hablar de felicidad en el trabajo hoy en día es ciertamente arriesgado. Recursos Humanos está tratando de poner orden cuando la palabra en cuestión aparece: felicidad. Porque el concepto causa diferentes sensaciones y porque debemos entender, desde todos los puntos de vista, cómo aprovechar su mejor versión.
Felicidad en el trabajo, ¿es posible?
Si nos vamos a pasar como mínimo 8h en el trabajo por día, ¿qué menos que hacerlo de la mejor manera? La felicidad no puede estar censurada entre semana, siendo excluida y dejando que aparezca únicamente el fin de semana.
Hablar de felicidad es complejo dentro de las organizaciones, porque aparecen susceptibilidades. “A mí me van a decir lo que me hace feliz”, “Si ponemos unos logos chulos y un futbolín, estarán más felices”. Esto no va ni de lo uno, ni de lo otro.
El concepto felicidad dentro de la empresa, no viene a decir “todos con lo que la empresa os ponga, os sentiréis más felices”. No, se trata de que cada uno se sienta lo mejor posible. Y como todos no somos iguales, ahí es donde aparece la necesidad de conectar. Y ese es el punto donde siempre acabo aterrizando.
Lo que cada persona entiende por felicidad, lo que nos hace felices a cada uno, no tiene por qué coincidir. Eso es obvio, así que debería ser igual de obvio que las organizaciones mostraran aquello que son ellas por dentro, para atraer a aquellas personas que puedan identificar la esencia de igual forma.
Llámalo como quieras
Si la palabra felicidad te parece demasiado personal, cámbiala por bienestar, aquello que te hace sentir bien. “A mi me hace feliz llegar los lunes y compartir mi finde con los compañeros”, “A mi me sienta bien compartir mi finde con los compañeros”. Utiliza el concepto con el que te sientas mejor, pero la idea es que, a ti, los lunes cuando llegas a la oficina, te gusta hacer compartir con tus compañeros.
La idea es que esa verdadera felicidad se transforme en jornadas de trabajo, donde disfrutas no por lo que haces, que también, sino por dónde lo haces. Y ahí entra la corresponsabilidad de la empresa.
¿Qué podemos hacer para encontrar la verdadera felicidad en el trabajo?
La empresa no puede poner parches, ni hacer lo que yo llamo brilli brilli a secas. Se trata de ser auténticos, de verdad y coherentes, es decir dejar que se vea el #BrilliBrilliDelBueno. Por eso hemos de conocer quiénes somos, escuchar y generar un entorno donde todos nos sintamos mejor.
Trabaja el autonocimiento
¿Cómo conectar con alguien sin saber qué nos conecta a nosotros mismos? Para poder aportar felicidad a los empleados, debes saber lo que te hace feliz a ti. Así que lo primero que debes hacer es entender aquello que te gusta a ti, lo que te hace fluir, lo que te hace estar más a tope, lo que te hace sonreír, lo que te encanta.
Eso será lo que vean los demás cuando tú estés en lo más alto. Y es lo que la gente identificará cuando hablen de lo que a ti te hace feliz o de cómo eres.
Conecta con los demás
Ahora ya puedes mirar afuera y detectar aquello de los demás, que conecta contigo. Son las cosas que os unen, las que hacen que os sintáis con esa felicidad. Y ahí es donde debéis enfocaros. Escucha a tu equipo, entiende qué les hace ser más productivos, qué les motiva, qué les enchufa para llegar a los objetivos. Qué les gusta hacer y cómo lo hacen mejor. Será la manera de que puedas trabajar en lo que ofrecer como entorno para favorecer su felicidad.
El trabajo en equipo es imprescindible para que toda la organización se sienta bien. El espíritu que se genera, apoyándose, buscando mejorar, ayudar al resto, alegrarnos por lo que ellos consiguen y disfrutar juntos de un descanso, generan vínculos que nos hacen estar mejor dentro de la organización.
Crea entornos de confianza
Cuando uno siente que hay confianza, no hay tensión, ni miedos, ni temores. Se permite a las personas hablar, comunicarse, dialogar. Los líderes son cercanos, hay espacios de debates y se implica a las personas. Los equipos son flexibles y no estáticos, por lo tanto, es lógico que se cree esa confianza para que se pueda avanzar ágilmente. De esa manera, les alentamos a que puedan tomar las mejores decisiones.
Los espacios de confianza nos generan a todos, bienestar porque nos aportan tranquilidad y aportan riqueza a las relaciones, empoderando a las personas, de forma que sí hacemos que sientan esa felicidad buscada. Esos espacios deben ir acompañados de una necesidad de vínculo, de verdadera preocupación por el bienestar de los demás. Conocer cómo se encuentran las personas, nos recuerda que somos personas y que debemos apoyarnos para sentir que formamos parte del problema y la solución.
Aporta equilibrio
Cuando las personas de la organización necesitan equilibrar sus vidas, debes poder ofrecer la flexibilidad que les permita conseguirlo. Eso genera verdadera felicidad, porque las personas están mucho más implicadas y comprometidas cuando sienten que sus vidas son importantes en su conjunto, no solo el impacto de lo que hacen en los resultados de la organización.
Conciliar, trabajar desde casa de vez en cuando, poder compaginar su vida profesional con su familia, amigos, hace que haya equilibrio y por tanto que se sientan más identificados con la empresa que les permite eso que es importante para ellos.
Entrega reconocimiento
A todos nos aporta felicidad el simple hecho de que nos reconozcan lo que hacemos bien, nuestro trabajo, nuestro esfuerzo. Alabar a tu equipo, puede ser la clave para motivarles o no. Si no lo haces, puedes correr el riesgo de que nadie sepa si lo hacen bien o no, cosa que puede generar incertidumbre, indiferencia por lo que se hace o incluso errores que no se gestionan bien.
No des por sentado el trabajo que hacen, diles qué han hecho bien, su esfuerzo se verá reconocido y generará un mayor impacto en la organización.
Divertíos
No puedes ser productivo a menos que estés disfrutando. La felicidad viene cuando hacemos algo que realmente nos encanta. Aprovecha eso, para divertirte en tu jornada de trabajo, así que fomenta que tu equipo haga lo mismo y practicad las risas, el compartir ratos divertidos para pasarlo bien y conectar más.
Se trata de encontrar la verdadera felicidad allí donde estés.
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