El entorno y la nueva forma de entender la organización, es el punto de partida para que Recursos Humanos se responsabilice de la gestión del cambio, uno de los retos más importantes que afectan a las personas en la empresa.
No es una novedad que vivimos en un entorno VUCA que nos hace estar en constante adaptación. Volátil, con incertidumbre, complejo y ambiguo, se trata de un momento ligado absolutamente al cambio. De ahí que tengamos que aprender si no lo hemos hecho ya a saber gestionarlo.
Cambio ¿malo?
El cambio durante tiempo se ha asociado a algo negativo. Frases como “esto siempre se ha hecho así”, ¿“por qué debemos cambiar lo que nos va bien?”, “este candidato ha cambiado demasiado de empresas”, nos han hecho entender el cambio como algo que entorpece el equilibrio, aquello que, estando pasivo, tranquilo, sin movimiento es mucho mejor.
Las nuevas tecnologías, la digitalización, las nuevas formas de trabajo, los nuevos profesionales no están indicando no sólo el camino. La fórmula ha cambiado y hay que saber gestionar el cambio porque ya forma parte de lo bueno.
Imagina tu empresa, ¿recuerdas cuándo empezó? ¿cómo era? Ahora piensa que estuviera exactamente igual que entonces ahora mismo. Si tiene más de 5 años y nada ha cambiado, malo. Si tiene más y sigue igual, tenéis un serio problema.
El cambio es sano
Cambio es oportunidad, es posibilidad de transformar lo que aun llevando tiempo implantado, no tiene por qué ser lo mejor. A veces estamos tan acostumbrados a algo, que no nos damos cuenta de que hay mejores alternativas. El cambio nos ofrece evolucionar, porque aporta novedad, frescura e innovación, nos ayuda a crecer, porque la pasividad nunca ha fomentado el desarrollo.
Los equipos humanos de las organizaciones deben tener las herramientas adecuadas para que puedan ser capaces de crecer y evolucionar de forma constante, por eso es imprescindible la gestión del cambio de forma interna en las empresas. La transformación digital pasa también por la transformación de mentalidad, y debemos salir de nuestro ancla para tener una visión mucho más global.
¿Qué claves tenemos para la gestión del cambio?
Entender el entorno del cambio
Las personas que forman parte de la organización son el motor de tu compañía, los que hacen que se consigan los objetivos. Entiende a tu equipo, escucha y comprende sus comportamientos y analiza de qué manera pueden encajar con el cambio.
Sin ellas, estás condenado a perpetuar lo que se haya construido en el inicio. Utiliza la palanca que te ofrecen las personas para poder exportar mucho más ágilmente la innovación y la creatividad que te haga crecer.
Cultura como eje para
La gestión del cambio debe formar parte de la cultura de la empresa porque ésta es el eje donde todo se construye. Ahí marcas tu estilo, forma de ser y de evolucionar de la organización.
En la cultura debes incluir a todo el equipo y debe servir para diseñar prácticas para desbloquear la resistencia al cambio.
Liderar el cambio
Si lo tienes en la cultura, si las personas están integradas, pero no tienes liderazgo enfocado, no vas a consumar el objetivo. La gestión del cambio se debe apoyar en un liderazgo inclusivo, colaborativo, abierto, donde las ideas fluyan, donde el equipo tenga el espacio, entorno y el líder que lo fomente.
Sin la ayuda de los líderes, puedes bloquear esos cambios, puedes provocar el caos y la confusión. Ellos deben hablar de los cambios como algo necesario y generar alianzas entre las personas y la nueva fórmula para ir innovando.
Think outside the box
La frase “pensar fuera de la caja” es lo opuesto a la famosa zona de confort, zona no nada nuevo crece. Permite que forme parte de la cultura, de vuestra forma de entender la evolución de la organización. Las personas crecen cuando cuestionan, cuando piensan más allá de lo establecido, es donde realmente se construyen las grandes cosas.
Permite que exista el error. Es la antesala del éxito, porque el error permite crecer, permite ver qué ha pasado, dónde nos hemos equivocado y mejorar en el siguiente paso. El error no debería paralizar o no debería ser obstáculo en las empresas para que nadie aporte nada nuevo por miedo al rechazo.
Comunicación inclusiva
La comunicación permite que todos estén al día de las novedades, de todo lo que está sucediendo, de lo que está cambiando, de los nuevos movimientos y de lo que va a pasar. Ayuda a que precisamente las personas puedan ir a la par. No pidas adaptación si no comunicas. De esta manera, los empleados se implican e involucran, porque conocen y entienden esos cambios.
Comunicación interna y explica el por qué de las cosas, la gestión del cambio incluye planes de comunicación para integrar a las personas.
Empatiza para desbloquear
Debes entender qué bloqueos existen para que el cambio sea tan complejo para algunas personas. Factores como el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, miedo a que sea peor, a que no haya evolución, a que sea un error. Muchas personas tienden a creer que cualquier tiempo fue mejor y que lo nuevo siempre estará en tela de juicio.
Ayuda a las personas a entender esos procesos como parte del crecimiento. Se trata de que compartan el miedo, de que empatices con lo que sienten. Es la manera de que conectéis, de que reméis juntos hacia la misma dirección y de que se pueda gestionar algo tan complejo como la gestión del cambio de la mano de todo el equipo.
¿Cómo estás gestionando el cambio en tu organización? ¿Has cogido ideas para poder poner en práctica?
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