Cuando hablamos de comunidad, nos imaginamos un conjunto de personas, siempre que no contextualicemos. Si hablamos de talento, podría abrirse un señor melón. Pero hoy quiero hablaros de cómo una comunidad de talento, puede ser una baza que Recursos Humanos debería potenciar en las organizaciones.
Familias organizacionales
Si algo hay es talento, y no vamos a entrar aquí a debatir sobre eso, quizás en otro post. Pero os aseguro que solo hay que conocer a las personas para identificar sus potentes competencias y lo que la sinergia hace en beneficio de los equipos. La comunidad de talento debe ser como el recurso que persigamos en las empresas para cuidarlo y desarrollarlo.
Cuando pensamos en relaciones, creemos que se trata de nuestro aspecto más personal. Pero es que no dejamos nada de lado nuestro lado personal cuando estamos trabajando. Siempre digo que no existe buen profesional sin que antes haya una buena persona. Así que como punto de partido, ese debe ser nuestro foco.
En las mejores relaciones hay cosas buenas y crisis, pero lo que siempre funciona y sirve de pegamento en cualquier tipo de relación es la comunicación. Si construimos una buena comunidad de talento, vamos a generar un espacio donde no solo exista una buena comunicación, una buena relación entre los miembros. Habrá un vínculo de conocimiento y de talento: tesoro para las organizaciones.
El talento lo tenemos, de acuerdo, pero es que la comunidad del talento es lo que va a hacer que sea exponencial. La comunidad es quien genera movimiento. Si una persona puede llegar lejos, el impacto de todo un equipo es inmenso. Si hablamos de lo que puede aportar una comunidad de talento a la organización, estamos hablando de dar pasos gigantes.
Comunidad de talento y comunicación
Que la comunicación es clave en las relaciones es evidente. Pero en el caso de la comunidad de talento se hace la pieza para que todo fluya. Es importante que cuidemos esta herramienta ya que nos permitirá avanzar o permanecer en el conflicto y la parálisis. Hoy en día tenemos recursos más allá de la conversación, soportes que impulsan el discurso y lo divulgan. Las redes sociales facilitan esa comunicación ágil y rápida. Debemos buscar esos canales donde la comunidad comparte y comenta.
¿Qué es importante en esta comunidad? Que se hable, que expresemos, que compartamos conocimiento y que fluya el saber. Que no se estanque lo que aporta y que fluya. Hablar de todo aquello que facilita, permita crecer a la organización y generar con la innovación de ideas, nuevas oportunidades y soluciones reales a posibles necesidades.
La información es importante viéndola desde el exterior. Se valora muchas veces aquellos sabios que vemos a lo lejos y muchas veces no somos conscientes de que tenemos ese talento dentro de la compañía. Conocer a los empleados te dará una visión de quiénes son y de qué competencias tienen. Ahí es donde empieza la comunidad de talento, porque se genera la detección de todo aquello que hace brillar a la empresa.
Generando la comunidad
Agrupar a personas no es generar una comunidad. Lo importante es cocrear espacios, aportar entornos que fomenten de forma natural esa comunidad de talento, de manera que se potencie que esa información vital y necesaria sea pública, se comparta y llegue a todos.
La organización del equipo permitirá dar forma a todo ese conocimiento, a todo ese talento y exportarlo, llegar a toda la compañía. Es importante generar unas bases para poder acceder con planes a todo el equipo, para que sea fácil la transmisión, para que las personas puedan identificar los núcleos que más les aportan, los entornos donde ellos pueden ser útiles y aprender a la vez.
Cuidemos el entorno, las personas, la comunidad de talento. Conectamos con aquello que nos define, con lo que nos sentimos identificados, pero también con aquello que nos hace crecer, que nos enseña y nos permite el desarrollo y la evolución.
Desarrollo en la comunidad de talento
Si el talento gana en la organización, la organización gana en productividad, no lo dudes. La comunidad de talento es el eje que necesitamos para su desarrollo. Si el mundo era VUCA, ahora ya no queda duda posible, así que, ante tanta incertidumbre, complejidad, ambigüedad y volatilidad, debemos aunar el talento para sacar lo mejor y buscar la adaptabilidad a todo lo que nos está sucediendo, juntos.
Es importante poder anticiparse, tener agilidad, un claro enfoque en el propósito, pensar en la persona y actuar en global. Debemos tener la capacidad de atraer el talento que necesitamos, fidelizarlo, generar una auténtica comunidad de talento. La implicación de las personas cuando no solo tienen claro el propósito, sino que comparten su conocimiento participando de la creación de nuevos aportes que hacen crecer y transformar a la organización, es exponencial.
Sus habilidades, sus motivaciones, su talento son factores que debes conocer y que han de estar alineados con la cultura y propósito. Eso hará que la innovación, la creatividad forme parte del desarrollo de las personas. La cultura se encarga de promover esa fórmula en la que estrategia y personas se unen. De ahí que esa comunidad de talento sea precisamente un valor que debemos cuidar.
El fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab afirma que el talento, y no el capital, será el factor clave que aglutine la innovación, la competitividad y el crecimiento económico de este siglo, debiendo desarrollar el potencial de las personas.
Formación Relacionada
Últimos posts de Maribel García (ver todo)
- Existe la productividad tóxica, ¿la estás sufriendo? Descubre cómo evitarla - 28 de febrero de 2022
- Salud mental en las organizaciones, ¿puede España vivir “la gran dimisión”? - 24 de febrero de 2022
- Comunicación no verbal: ejemplos, tipos, cómo mejorarla - 15 de febrero de 2022
